(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 23.10.2024).- En ocasión de la entrega del Premio de las Academias Pontificias 2023 el Papa Francisco dirigió un mensaje al prefecto del Dicasterio para la Cultura y Educación, cardenal José Tolentino de Mendonça. El 13 de julio de 2023, la Academia Pontificia Latinitatis convocó el concurso para la concesión del PREMIO ACADEMIAS PONTIFICIAS 2023, cuyo objetivo es promover y desarrollar el humanismo cristiano. La Academia propone dos áreas temáticas para la concesión del Premio: “De rerum natura: el latín y la ciencia desde la Antigüedad hasta la modernidad” y “De re publica: el latín y la política desde la Antigüedad hasta la modernidad”. El Cardenal Secretario de Estado, en nombre del Santo Padre, otorga a los ganadores la Medalla de Oro por el primer lugar y la Medalla de Plata por el segundo lugar en la Sesión Pública anual de las Academias Pontificias. En este contexto se produce el mensaje del Papa que reproducimos abajo, traducido a lengua española por ZENIT. Como indica el titular, el mensaje gira en torno al latín, las ciencias naturales y la política.
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A nuestro querido hermano
Cardenal José Tolentino de Mendonça
Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación
Me complace dirigirle un mensaje con ocasión de los Premios de las Academias Pontificias. Honramos la investigación, la pasión y el compromiso de jóvenes estudiosos que han elegido dedicar su esfuerzo intelectual y su amor al saber a la interpretación de un patrimonio lingüístico y cultural de inestimable valor, como es el latín. En la actualidad, la Pontificia Academia Latinitatis concede dos importantes premios sobre dos temas desafiantes: “De rerum natura”, sobre el latín y las ciencias; y “De re publica”, sobre el latín y la política.
En primer lugar, quisiera felicitar a los galardonados por su compromiso con la lengua latina y su relevancia en el mundo contemporáneo, como demuestra la investigación del profesor Enrico Piergiacomi, activo en el Departamento de Humanidades y Artes del Israel Institute of Technology – Technion de Haifa, centrada en la intersección entre el pensamiento clásico y las ciencias modernas. En particular, el grupo de estudiosos que colabora en la edición nacional de la Opera Mathematica de Francesco Maurolico está llevando a cabo un valioso trabajo sobre el gran erudito de Mesina del siglo XVI, que no sólo fue matemático, sino ante todo sacerdote y humanista.
El latín es un tesoro de conocimiento y pensamiento, una llave de acceso a los textos clásicos que han dado forma a nuestro mundo. Representa las raíces de la civilización occidental y, en muchos sentidos, nuestra propia identidad. Es una lengua que abarca la filosofía, la ciencia, el arte y la política, demostrando así su valor intrínseco como herramienta de reflexión y diálogo, más necesario que nunca en un mundo fragmentado como el nuestro. En este sentido, los galardonados nos ofrecen una visión contemporánea y fresca de cómo este antiguo idioma puede seguir hablándonos y estimulando nuestra reflexión. Sus investigaciones no sólo indagan en el pensamiento de los grandes maestros del pasado, sino que integran sus conocimientos en un contexto moderno, acercándolos a los retos de nuestro tiempo. Los trabajos de los participantes nos invitan a explorar el nexo entre el conocimiento científico y el político, bajo la égida de una lengua con una historia milenaria.
El tema “De rerum natura” nos hace pensar en las maravillas de la creación. En un momento en que somos cada vez más conscientes de la fragilidad del medio ambiente, la reflexión sobre el mundo natural se vuelve crucial. La ciencia nos ofrece herramientas para comprender las leyes de la naturaleza, explorar el misterio de la vida y afrontar los retos ecológicos. Sin embargo, sólo a través de una interpretación ética, cultural y espiritual podremos captar verdaderamente el significado más profundo del cosmos que nos rodea y del que formamos parte.
La visión de la naturaleza, en su totalidad, como un don de Dios, nos invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad para con la casa común. La ciencia y la fe pueden y deben dialogar: ambas están llamadas a guiar nuestra comprensión del mundo. En particular, el premio que ustedes han concedido nos recuerda que la ciencia no puede reducirse a una mera acumulación de datos, sino que debe ayudarnos a captar la complejidad y la belleza de la creación.
El tema “De re publica” nos insta a explorar los fundamentos y las estructuras de la política, reflexionando sobre el bien común y la justicia. En tiempos de inestabilidad social, la tradición latina es un valor, porque promueve un estrecho vínculo entre los «asuntos públicos» y los principios fundamentales de la reflexión. La política, cuando se ejerce con honestidad e integridad, es un arte noble, una vocación al servicio de la comunidad, nunca del interés privado.
La propuesta de un ethos arraigado en los valores humanistas es, por tanto, una llamada a la acción responsable, en un clima de diálogo, respeto e inclusión. La política debe hacer frente a las desigualdades y promover el bien de todos, especialmente de los más vulnerables. La formación humana y cultural desempeña aquí un papel esencial: sólo unos ciudadanos bien formados y conscientes pueden ser actores de cambios saludables en la sociedad.
En definitiva, reflexionando sobre estos dos ámbitos de estudio, “De rerum natura” y “De re publica”, vemos cómo el latín ofrece un terreno fértil para la exploración y la síntesis entre ciencia, cultura y política. La investigación minuciosa y sistemática de los galardonados no es, pues, sólo una contribución académica, sino una auténtica llamada dirigida a cada uno de nosotros. Por eso, el encuentro de hoy no se reduce a celebrar la investigación, sino que nos invita a reafirmar nuestro compromiso con una cultura del crecimiento humano integral (cf. Concilio Vaticano II, Constitución pastoral Gaudium et spes, 40).
Preguntémonos, pues: ¿cómo trasladar a la vida cotidiana los descubrimientos que hoy premiamos? ¿Cómo animar a las nuevas generaciones a emprender caminos de investigación, a cuestionarse y a no tener miedo a explorar? ¿Cómo inculcar a los jóvenes el gusto por la cultura y la ciencia?
El ingenio del pensamiento y la creatividad, tan queridos por la Iglesia, nacen del redescubrimiento de la belleza de un saber capaz de formar los corazones y las mentes, de tender puentes y derribar muros. Y en este sentido el latín, y con él el patrimonio intelectual de la humanidad, pueden convertirse en instrumentos de armonía entre los pueblos, de promoción del respeto mutuo y de la dignidad humana. Espero, pues, que el premio que hoy se les concede se convierta en un signo de esperanza y que la pasión de los galardonados inspire a otros el mismo compromiso. Les agradezco su dedicación y su trabajo, como agradezco también a los miembros de la Pontificia Academia Latinitatis y a todos los presentes.
Reverendísima Eminencia, expresando mi alegría por esta iniciativa, imparto la bendición apostólica, que extiendo a todos los colaboradores y miembros de las Academias pontificias. Que el Señor haga cada vez más fecundos vuestros esfuerzos y vuestro compromiso.
Vaticano, 23 de octubre de 2024
Traducción del original en lengua italiana realizada por el director editorial de ZENIT.
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