(ZENIT Noticias / Ciudad de México, 06.11.2024).- El “Reporte de Incidencia de Violencia contra ministros religiosos y laicos de la Iglesia Católica en México”, publicado por el Centro Católico Multimedial (CCM) informa sobre el aumento de la violencia contra los sacerdotes y religiosos en el país. El Centro Católico Multimedial es una organización dedicada a la comunicación y difusión de noticias sobre la Iglesia Católica en México y en el mundo con sede en la Ciudad de México.
Sobre la Base de Datos de Incidentes, el Observatorio de Libertad Religiosa en América Latina indica que entre noviembre de 2021 y agosto de 2024 se registraron 19 secuestros de sacerdotes y otros religiosos. También reporta 156 construcciones religiosas dañadas y 26 templos cerrados por diversas causas, sobre todo por inseguridad.
Los asesinatos documentados en el informe del CCM recopilan 9 en Ciudad de México, de los cuales 5 ocurrieron entre 2010 y 2019. Han sido asesinados sacerdotes en 19 de los 32 Estados del país, lo que equivale a 59.3% del territorio nacional.
La violencia contra los miembros de la iglesia en México sigue la tendencia de todo el país. También se extiende el robo común, ya que “la conducta de los delincuentes tiene como objetivo realizar la sustracción de bienes, hurto de alcancías y la apropiación de objetos que se estiman valiosos entre los que se encuentran los del patrimonio cultural; en ocasiones se da el robo con violencia a fieles, contra encargados del cuidado a templos y sacerdotes”.
Pero no solo hay delincuencia común: se registran “ataques con fines de profanación, enlistando el robo de sagrarios, copones o de objetos sacros con fines sacrílegos y de burla a la fe”, principalmente el robo del Santísimo Sacramento.
Las agresiones directas a sacerdotes y líderes de comunidades católicas son “asesinatos perpetrados contra clérigos por diversas causas, predominando las derivadas de sus acciones pastorales, seguida por el robo o bien otras causas de índole personal”. Los datos contabilizados señalan que “no existan resultados específicos en las indagatorias correspondientes. Una proporción mínima tiene la consignación y sentencia de responsables, pero en este universo, no hay elementos que permitan conocer si las víctimas y sus familias han tenido justicia y reparación del daño”.
El análisis de los 14 años investigados por estas instituciones revela que México “es uno de los países más peligrosos para ejercer el sacerdocio”. El registro de 800 extorsiones, amagos y amenazas contra sacerdotes en la República Mexicana son indicadores de la descomposición social que ha debilitado la fe y el respeto a la religión en el país.
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