(ZENIT Noticias / Washington, 27.11.2024).- La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) está planteando fuertes objeciones a una reglamentación propuesta por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) que impondría estrictas políticas antidiscriminación basadas en la orientación sexual y la identidad de género declarada por el individuo. Los obispos sostienen que la regla podría obligar a las organizaciones católicas a comprometer sus creencias religiosas o a renunciar a los contratos con la agencia federal.
La propuesta en juego
El proyecto de reglamentación del HHS exige el cumplimiento de políticas antidiscriminación para las entidades que buscan contratos federales. Carece de definiciones específicas de lo que constituye «discriminación» y omite las exenciones religiosas. Los críticos sostienen que esta ambigüedad podría llevar a mandatos que exijan a las entidades católicas realizar cirugías de transición de género, proporcionar tratamientos hormonales o brindar servicios de asesoramiento afirmativo, acciones que están en desacuerdo con sus convicciones religiosas.
La regulación afectaría a los hospitales católicos involucrados en Medicare y Medicaid, así como a las organizaciones dedicadas a servicios sociales como la adopción, el cuidado temporal y la asistencia a la inmigración, áreas en las que las agencias católicas tradicionalmente han sido contribuyentes importantes.
Preocupaciones sobre la libertad religiosa
En un comentario público detallado, la USCCB pidió al HHS que abandonara la propuesta, enfatizando la falta de claridad en su implementación y el potencial conflicto con las protecciones constitucionales para la libertad religiosa. Los obispos advirtieron que la norma, tal como está escrita, amenaza con socavar la capacidad de las agencias católicas para servir al público mientras se adhieren a su fe.
«La norma deja preguntas críticas sin respuesta sobre cómo se aplicarán estos requisitos en los diversos programas y servicios del HHS», señalaron los obispos. Agregaron que la política podría penalizar a las entidades que no estén dispuestas a respaldar ciertas ideologías, obligándolas a abandonar funciones vitales de servicio público.
Un patrón de conflicto
Este no es el primer enfrentamiento entre el HHS de la administración Biden y las organizaciones católicas. En 2022, el departamento intentó ordenar abortos en casos de emergencia bajo la Ley de Tratamiento Médico de Emergencia y Parto (EMTALA). Esa regla fue bloqueada por el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito y la Corte Suprema se negó a revisar la decisión.
De manera similar, los hospitales católicos desafiaron con éxito una regla anterior del HHS que intentaba obligarlos a brindar procedimientos médicos a personas transgénero, citando objeciones religiosas.
Implicaciones para el futuro
El período de comentarios públicos para la regulación propuesta termina el 2 de diciembre, después de lo cual el HHS determinará sus próximos pasos. Sin embargo, los acontecimientos políticos pueden cambiar la trayectoria.
El presidente electo Donald Trump ha prometido revocar las políticas que promueven lo que él llama «ideología de género». Ha propuesto una prohibición federal de las cirugías transgénero para menores y ha manifestado un fuerte apoyo a la libertad religiosa. Se espera que el elegido por Trump para dirigir el HHS, Robert F. Kennedy Jr., dé forma a las políticas futuras si es confirmado por el Senado.
Impactos más amplios
La propuesta pone de relieve las crecientes tensiones entre las regulaciones gubernamentales y las libertades religiosas. Las organizaciones católicas sostienen que su servicio a las comunidades se guía por principios basados en la fe, que no deben verse comprometidos por mandatos políticos.
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