tiene como objetivo oficial salvaguardar la salud mental de los jóvenes australianos

tiene como objetivo oficial salvaguardar la salud mental de los jóvenes australianos Foto: feeling.mx

Australia promulga primera prohibición del mundo de las redes sociales para menores de 16 años

La audaz medida de Australia se produce en medio de debates más amplios sobre la gobernanza de Internet. A principios de este año, el gobierno archivó un controvertido “Proyecto de ley sobre desinformación y desinformación” después de enfrentar la oposición bipartidista

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(ZENIT Noticias / Canberra, 29.11.2024).- Australia se ha convertido en el primer país en prohibir el acceso a las redes sociales a los niños menores de 16 años, una medida que ha provocado un debate sobre sus implicaciones para la vigilancia en línea y las libertades digitales. La innovadora legislación, aprobada por el Senado el 28 de noviembre con una votación de 34 a 19, tiene como objetivo oficial salvaguardar la salud mental de los jóvenes australianos. Sin embargo, los críticos temen que las nuevas normas puedan allanar el camino para una vigilancia invasiva que recuerde a los regímenes autoritarios.

El “Proyecto de ley de modificación de la seguridad en línea de 2024” impone fuertes sanciones de hasta 50 millones de dólares australianos (32 millones de dólares estadounidenses) a las empresas de redes sociales que no verifiquen las edades de sus usuarios. Sin embargo, el proyecto de ley sigue siendo vago sobre los métodos que deben utilizar las plataformas para hacer cumplir el cumplimiento, lo que deja espacio para un posible uso indebido de datos confidenciales.

La verificación biométrica genera alarmas

Aunque la legislación prohíbe a las plataformas recopilar información personal como documentos de identidad emitidos por el gobierno para verificar la edad, no impide el uso de sistemas biométricos. Esto podría incluir escaneos de reconocimiento facial para confirmar la identidad del usuario, una perspectiva que ha generado críticas generalizadas.

Elon Musk, en su plataforma X, etiquetó el proyecto de ley como un mecanismo encubierto para el control masivo de Internet. El defensor de la libertad de expresión Michael Shellenberger lo comparó con un sistema distópico similar a la infraestructura de identificación digital de China, describiendo la ley como «un caballo de Troya para la supervisión totalitaria».

Los partidarios de la legislación argumentan que el enfoque biométrico es seguro y garantiza sólidas protecciones de la privacidad. El proyecto de ley exige que todos los datos recopilados con fines de verificación deben destruirse inmediatamente después de su uso. Sin embargo, los mecanismos de aplicación siguen sin estar claros, con posibles requisitos de monitoreo continuo del usuario, como escaneos faciales periódicos, para evitar que los usuarios con restricciones de edad eludan los controles.

Alcance y exenciones

La redacción imprecisa de la legislación también deja ambiguo su alcance. Las plataformas de redes sociales como TikTok, Instagram, Facebook y Snapchat están explícitamente dirigidas, pero YouTube, considerado más educativo, probablemente esté exento. Esta distinción plantea preguntas sobre la coherencia en la aplicación de la ley.

La ministra de Comunicaciones, Michelle Rowland, enfatizó la necesidad de tales medidas para proteger a los niños de contenido dañino en línea, pero reconoció que la aprobación apresurada del proyecto de ley dejó detalles sin resolver.

Libertades digitales en la mira

La audaz medida de Australia se produce en medio de debates más amplios sobre la gobernanza de Internet. A principios de este año, el gobierno archivó un controvertido “Proyecto de ley sobre desinformación y desinformación” después de enfrentar la oposición bipartidista. Los críticos de esa propuesta destacaron su potencial para sofocar la libertad de expresión al otorgar a las autoridades amplios poderes para decidir qué constituye información «falsa».

Territorio inexplorado

Con la entrada en vigor del proyecto de ley de modificación de la seguridad en línea a fines del próximo año, Australia está ingresando en un territorio inexplorado en lo que respecta al equilibrio entre la seguridad de los jóvenes y la privacidad y la libertad. Mientras los ojos del mundo se centran en la implementación de la legislación, su éxito (o fracaso) podría influir en esfuerzos similares en todo el mundo.

Por ahora, la pregunta sigue siendo: ¿puede esta ley pionera proteger a los niños sin infringir los derechos y las libertades de millones de usuarios? El mundo está atento para averiguarlo.

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Elizabeth Owens

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