Anne Van Merris
(ZENIT Noticias / Roma, 03.02.2025).- El 16 de enero de 2025 el Vaticano recordó la importancia de la confesión en el contexto jubilar del Año Santo. Para obtener la gracia de la indulgencia plenaria, el peregrino no sólo está invitado a hacer un paso hacia una de las cuatro Puertas Santas de las basílicas papales de Roma, sino que también está invitado a confesarse, recibir la comunión y rezar por las intenciones del Papa Francisco.
Respecto a la confesión, la diócesis de Roma publicó el 12 de diciembre unas normas explicativas para los sacerdotes.
El cardenal Baldassare Reina, vicario de Roma, escribió que «se debe garantizar a los peregrinos que llegarán a Roma durante el Jubileo de 2025 la posibilidad de acceder al sacramento de la reconciliación para que nadie se vea privado de la posibilidad de acoger el perdón y el consuelo». de Dios (…)» “La Iglesia responde a estas necesidades pastorales a través del servicio de los sacerdotes: aquellos que están incardinados en la diócesis de Roma, aquellos que ejercen habitualmente allí su servicio pastoral, así como aquellos que acompañarán a los peregrinos”, se menciona también.
Detalles para administrar el sacramento del perdón a los peregrinos
En primer lugar, este sacramento pueden administrarlo los sacerdotes y religiosos diocesanos que tienen su domicilio o cuasidomicilio en Roma y ejercen allí un ministerio habitual. También pueden ejercerlo los sacerdotes diocesanos que residen en Roma por un período de tiempo igual o mayor a tres meses, o con intención de permanecer allí al menos por ese período, pero que no ejercen habitualmente su ministerio en la diócesis. «Si gozan de la facultad de recibir habitualmente las confesiones, pueden ejercerla también en la diócesis de Roma», especifica el decreto.
Por otra parte, los sacerdotes diocesanos y los religiosos que ejercen ocasionalmente su ministerio en Roma por un período de tiempo muy limitado, como los que acompañan a los peregrinos o están de paso, pueden oír confesiones durante el Jubileo. Finalmente, los párrocos, sus sacerdotes colaboradores y los rectores de Roma están obligados a verificar la situación de los sacerdotes que incluso ocasionalmente ejercen el ministerio en las iglesias y oratorios a ellos confiados. Todos los sacerdotes están obligados a presentar un documento válido y reciente en caso de ser necesario.
Traducción del original en lengua francesa de la edición en ese idioma de ZENIT.
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