(ZENIT Noticias / Kansas, 22.03.2025).- Una dramática batalla legal y espiritual se está desarrollando en Kansas, donde el arzobispo Joseph F. Naumann de Kansas City ha emprendido acciones legales sin precedentes para reclamar lo que él llama «la posesión más sagrada de la Iglesia Católica»: la Eucaristía. Esta acción surge en respuesta a un grupo de autoidentificados satanistas que afirman haber robado hostias consagradas y vino para un próximo ritual de «misa negra» en el Capitolio Estatal de Kansas el 28 de marzo.
El 14 de marzo, el arzobispo Naumann solicitó formalmente al Tribunal de Distrito del Condado de Leavenworth la devolución inmediata de los objetos sagrados. Citando la ley de Kansas que regula la propiedad sustraída ilegalmente, nombró como acusados a Michael T. Stewart, Travis L. Roberts y su organización, The Grotto Society, también conocida como The Satanic Grotto. La demanda judicial argumenta que la Iglesia Católica conserva la propiedad de todas las especies eucarísticas consagradas en todo el mundo, lo que hace que su posesión no autorizada por parte de cualquier entidad externa no solo sea ilícita, sino profundamente ofensiva para la doctrina católica.
Un desafío a las creencias católicas
La Iglesia Católica enseña que durante la misa, el pan y el vino experimentan la transubstanciación, convirtiéndose en el cuerpo y la sangre de Jesucristo, manteniendo la apariencia de pan y vino. Para los católicos, la Eucaristía es el corazón de su fe, descrita en el Catecismo como «fuente y culmen de la vida cristiana». El presunto robo de hostias consagradas no es meramente un asunto legal, sino un ataque directo a lo que la Iglesia considera su tesoro más sagrado.
«No se trata solo de propiedad, sino de proteger lo que consideramos más sagrado», declaró el arzobispo Naumann en la demanda legal. «La Eucaristía tiene un valor inestimable, y su importancia no se puede medir en términos monetarios».
Según documentos judiciales, el caso se basa en las propias admisiones de Stewart, realizadas públicamente a través de publicaciones en Reddit y llamadas telefónicas privadas. Utilizando el alias en línea «xsimon666x» y haciéndose llamar «Simon Satanas», Stewart se jactó en redes sociales de que su grupo ya había obtenido una hostia consagrada y vino. El 8 de marzo, supuestamente confirmó esta afirmación en una llamada telefónica con Gerald «Chuck» Weber Jr., director ejecutivo de la Conferencia Católica de Kansas. Stewart, según se informa, expresó su intención de profanar la Eucaristía durante el próximo evento e incluso envió a Weber un mensaje de texto en el que afirmaba que «mataría a Jesús».
Un evento provocador e indignación pública
La misa negra planeada ha provocado indignación entre católicos y líderes religiosos de todo Kansas. La Gruta Satánica ha promovido abiertamente el evento en redes sociales, describiéndolo como un ritual para forjar una conexión entre Satanás y el Capitolio del Estado de Kansas. La página de Facebook del grupo declaró además que su objetivo era que «Dios cayera y Kansas fuera abrazado por la llama negra de Lucifer».
La Conferencia Católica de Kansas condenó el evento como un acto de «intolerancia anticatólica explícita» y «un insulto no solo a los católicos, sino a todas las personas de buena voluntad». La controversia también ha suscitado peticiones de intervención estatal. El arzobispo Naumann y otros líderes religiosos instan a la gobernadora Laura Kelly a impedir que el evento se celebre en propiedad estatal.
La lucha legal por la Eucaristía
En su presentación ante el tribunal, el arzobispo Naumann argumenta que Stewart, Roberts y la Gruta Satánica no tienen derecho legítimo a poseer hostias consagradas ni vino, ya que no son sacerdotes católicos ordenados ni ministros extraordinarios autorizados para manipular la Eucaristía. La petición exige la devolución inmediata de los elementos sagrados y, de ser necesario, solicita a la oficina del sheriff que intervenga y los confisque.
El arzobispo también ha solicitado una orden de emergencia que impida a los acusados destruir, consumir o profanar la Eucaristía mientras continúan los procedimientos legales. El tribunal ha programado una audiencia para el 20 de marzo para determinar los próximos pasos del caso.
Mientras tanto, la Arquidiócesis de Kansas City hace un llamado a la oración y la acción. El 25 de marzo, Festividad de la Anunciación, el Arzobispo Naumann planea re-consagrar el estado de Kansas a Jesús a través del Inmaculado Corazón de María, un acto espiritual de desafío contra lo que muchos consideran un ataque a su fe.
Implicaciones más amplias
Esta batalla legal es inusual, pero no del todo inédita. Incidentes similares relacionados con el robo de hostias consagradas han ocurrido en el pasado, a menudo relacionados con manifestaciones anticatólicas o prácticas ocultistas. Sin embargo, este caso es inusual porque implica una petición judicial formal que afirma la propiedad continua de la Iglesia sobre la Eucaristía, incluso después de que haya dejado su custodia física.
El resultado de este caso podría sentar un precedente legal respecto a los derechos de las instituciones religiosas sobre sus objetos sagrados.
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