(ZENIT Noticias / Madrid, 22.07.2025).- Con un gesto que busca tender puentes hacia el pasado y abrir caminos nuevos de reconciliación, la Prelatura del Opus Dei ha puesto en marcha en España una “Oficina de sanación y escucha”. Se trata de una iniciativa pensada específicamente para acoger y acompañar a quienes, habiendo formado parte de la Obra o participado en sus actividades formativas, sienten hoy la necesidad de expresar heridas no cerradas o formular reclamaciones institucionales.
La nueva Oficina nace en un momento simbólicamente significativo: en el umbral del centenario fundacional del Opus Dei. Lejos de limitarse a una conmemoración, este aniversario ha comenzado a perfilarse como una oportunidad para revisar críticamente el propio camino, atender con mayor delicadeza a las personas y afianzar una cultura de transparencia y responsabilidad.
La decisión de dar forma a esta instancia viene precedida por un año de trabajo discreto, pero intenso. Desde marzo de 2024, la Prelatura ofrecía ya un canal de contacto —a través del correo escucha.es@opusdei.org— para recibir testimonios y demandas de antiguos miembros o personas vinculadas a la Obra. La buena acogida de esta vía y la convicción de que hacía falta una estructura más sólida y estable llevaron en enero de 2025 a dar un paso más con la creación de esta oficina especializada.
Uno de los elementos más cuidados ha sido su independencia operativa. El equipo de trabajo está formado por profesionales con formación en derecho, psicología, acompañamiento espiritual, trabajo social y educación, y ninguno de sus integrantes pertenece al gobierno de la Prelatura. Al frente del equipo se encuentra José María Román, jurista con experiencia en mediación y procesos de atención institucional.
Para garantizar tanto la libertad de quienes deseen recurrir a la oficina como la eficacia de su acompañamiento, se ha previsto también la posibilidad de contar con expertos externos, si el caso lo requiere.
No se trata de una oficina orientada exclusivamente a gestionar conflictos o corregir errores del pasado. Su razón de ser es, más bien, ofrecer un espacio seguro para escuchar con hondura, comprender con paciencia y —cuando sea posible— reparar con justicia. Todo ello desde un enfoque profundamente personalista, que pone en el centro a la persona herida, su historia, su dignidad y su libertad.
Las líneas que inspiran el trabajo de la oficina son claras: la confidencialidad como condición de confianza, la escucha sin prejuicios, el respeto a la experiencia de cada uno, la disponibilidad para recoger sugerencias de reparación y la voluntad de caminar juntos en un proceso de reconstrucción interior y relacional. Son muchos los que pasaron por el Opus Dei y guardan un grato recuerdo de su experiencia; otros, sin embargo, sintieron que no encontraron en ese camino el lugar que buscaban o que fueron objeto de actuaciones inadecuadas. A todos ellos se dirige esta iniciativa, sin distinción ni condiciones.
Con esta medida, la Obra pone de manifiesto un deseo explícito de crecer en humildad institucional, abrir canales reales de diálogo y vivir más a fondo la vocación al servicio que define su carisma. Es, quizá, también una forma concreta de encarnar el consejo que san Josemaría Escrivá repitió tantas veces: gobernar es amar, y amar es escuchar.
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