ZENIT Noticias / Berlín, 24.12.2025).- La confianza pública en el papado ha recuperado terreno discretamente en Alemania, según una nueva encuesta nacional, que ofrece una visión matizada de cómo se percibe actualmente la autoridad religiosa en una de las sociedades más secularizadas de Europa. Las cifras no sugieren un resurgimiento religioso generalizado ni una simple nostalgia, sino más bien una cautelosa reevaluación del liderazgo en la cúpula de la Iglesia Católica.
Los datos publicados por una encuesta representativa de Forsa indican que el 28 % de los alemanes afirma depositar una confianza alta o muy alta en el Papa. Esto supone un notable aumento de doce puntos porcentuales en comparación con el año anterior, lo que sitúa al pontífice al mismo nivel que la Iglesia Evangélica en términos de confianza pública. Entre las instituciones religiosas y seculares analizadas, ninguna figura individual atrajo una confianza mayor que la del propio Papa.
La Iglesia Católica, como institución, también se benefició de este movimiento ascendente, aunque en menor medida. El catorce por ciento de los encuestados afirmó confiar en la Iglesia, lo que representa un aumento de tres puntos con respecto a 2024 y una modesta recuperación respecto al mínimo histórico del ocho por ciento registrado en 2022. Si bien aún dista mucho de ser sólida, la mejora sugiere que la posición de la Iglesia podría haberse estabilizado tras años de erosión vinculada a escándalos de abusos, conflictos internos y disminución de la membresía.
Si la renovada confianza puede atribuirse personalmente al Papa León XIV sigue siendo una incógnita. La encuesta no establece una relación causal directa, y las comparaciones con pontificados anteriores invitan a la cautela. El Papa Francisco, en la cima de su popularidad en 2015, alcanzó una puntuación de confianza equivalente a 60 sobre 100 puntos posibles, un nivel que sigue siendo inigualable. La posición actual de León XIV, si bien ha mejorado, no se acerca a ese pico anterior. Aun así, la reversión de una tendencia a la baja resulta sorprendente en un contexto donde la confianza institucional ha sido, en general, frágil.
El panorama religioso más amplio, analizado por la encuesta, destaca contrastes significativos. El Consejo Central de Judíos sigue ostentando el índice de confianza más alto, con un 35%, lo que refuerza su papel como una de las voces morales más respetadas en la vida pública alemana. Le sigue la Iglesia Evangélica con un 28%, prácticamente igualando la calificación personal del Papa, aunque su confianza institucional se mantiene cerca de un mínimo histórico.
El islam registra el nivel de confianza más bajo en general, con un 7%. Sin embargo, las diferencias generacionales complican el panorama. Entre los alemanes de 18 a 29 años, la confianza en el islam asciende al 17%, superando la confianza en la Iglesia católica dentro del mismo grupo de edad, que se sitúa en el 13%. Esta divergencia subraya cómo la percepción religiosa en Alemania está cada vez más condicionada por la edad, la exposición cultural y las diferentes expectativas de la autoridad institucional.
La encuesta, realizada entre el 3 y el 12 de diciembre de 2025, contó con la participación de aproximadamente 4.000 personas y fue encargada por Stern, RTL y ntv. Sus hallazgos sugieren que la confianza en el liderazgo religioso ya no se basa principalmente en la lealtad institucional, sino en la credibilidad percibida, la claridad moral y la distancia respecto a las controversias internas.
Para la Iglesia Católica, los resultados ofrecen un cauteloso estímulo en lugar de una reivindicación. La confianza en el Papa parece funcionar como una especie de indicador simbólico, indicando apertura al liderazgo espiritual, incluso cuando persiste el escepticismo hacia las instituciones. Sigue siendo incierto si esta renovada buena voluntad se traducirá en un compromiso más profundo con la propia Iglesia.
En una sociedad donde la afiliación religiosa continúa disminuyendo, el modesto repunte de la confianza podría ser menos significativo como una ganancia numérica que como un indicio de posibilidad. El papado, al menos por ahora, parece haber recuperado cierta atención moral en Alemania. El desafío será determinar si esa atención puede mantenerse o si volverá a ser efímera.
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