La santa, conocida como protectora de la vista y símbolo de luz en medio de la oscuridad, regresará temporalmente al lugar donde nació

La santa, conocida como protectora de la vista y símbolo de luz en medio de la oscuridad, regresará temporalmente al lugar donde nació Foto: El Pan de los Pobres

Papa bendice traslado temporal de los restos de santa Lucía de Venecia a Siracusa en Italia

La santa, conocida como protectora de la vista y símbolo de luz en medio de la oscuridad, regresará temporalmente al lugar donde nació y donde, según la tradición, ofreció su vida por Cristo

Share this Entry

(ZENIT Noticias / Roma, 15.12.2024).- Después de ocho siglos, los restos mortales de Santa Lucía, una de las santas más queridas de la tradición católica, emprenderán un emotivo viaje desde Venecia hasta Siracusa, su ciudad natal en el sur de Italia. Este traslado, anunciado por el Papa Francisco en una carta dirigida al arzobispo de Siracusa, marca un hito espiritual y cultural que resuena profundamente en el Año Luciano y el Jubileo de la Iglesia.

Un Jubileo marcado por la luz

El Papa Francisco ha destacado cómo esta peregrinación especial de los restos de Santa Lucía simboliza no solo un acto de fe, sino también un llamado a la comunión y a la esperanza. En su mensaje, el Santo Padre expresó que este movimiento de la santa hacia su tierra natal encarna «el misterio de un Dios que siempre da el primer paso», recordando a los fieles que están llamados a ser “hombres y mujeres de primer paso” en su propia vida de fe.

La santa, conocida como protectora de la vista y símbolo de luz en medio de la oscuridad, regresará temporalmente al lugar donde nació y donde, según la tradición, ofreció su vida por Cristo. Para Siracusa, este evento es mucho más que un acto ceremonial: es una oportunidad para renovar el fervor espiritual y fortalecer los lazos con Venecia, la ciudad que custodió sus restos durante siglos.

Lucía, testigo de la fe y dignidad de la mujer

En su carta, el Papa Francisco reflexiona sobre la figura de Santa Lucía no solo como mártir, sino también como un poderoso ejemplo de la contribución única de las mujeres en la vida de la Iglesia y la sociedad. «Lucía es mujer y su santidad indica hasta qué punto las mujeres tienen modos propios de seguir al Señor», escribió el Papa.

Recordó que desde los tiempos de Jesús, las mujeres han desempeñado un papel crucial en la transmisión de la fe, siendo portadoras de un amor y una inteligencia que han iluminado los caminos de la Iglesia. Según Francisco, el testimonio de Santa Lucía continúa desafiando a cualquier poder que intente relegar la voz de las mujeres a la invisibilidad y el silencio.

La santa, señaló el Papa, es un símbolo vigoroso de dignidad y visión, una invitación a los cristianos a mirar más allá de las sombras del egoísmo y la mentira que destruyen la fraternidad.

Un intercambio de dones entre dos ciudades

El traslado de los restos de Santa Lucía no solo une a dos ciudades, sino que también se convierte en un signo tangible de unidad y fraternidad entre las Iglesias particulares de Venecia y Siracusa. Francisco subrayó que «hay luz donde se intercambian dones, donde el tesoro es riqueza para los demás».

Este acto de comunión desafía la lógica del enfrentamiento y la rivalidad, recordando que la verdadera riqueza no se encuentra en acumular, sino en compartir. Santa Lucía, cuyo nombre significa «luz», vuelve a convertirse en un faro para un mundo que necesita urgentemente gestos de solidaridad y reconciliación.

Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.

Share this Entry

Valentina di Giorgio

Apoya ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación

@media only screen and (max-width: 600px) { .printfriendly { display: none !important; } }