(ZENIT – 25 sept. 2018).- Para la presidenta de Estonia Kersti Kaljulaid, la libertad religiosa constituye una «piedra angular de la democracia».
La Presidenta dio la bienvenida al Papa Francisco en el aeropuerto de Tallin y luego en el palacio presidencial, y al encuentro con las autoridades civiles y culturales del país, en el Jardín de las Rosas, este martes, 25 de septiembre de 2018.
Esta es la última etapa del viaje apostólico de cuatro días a los países bálticos: Estonia es el país báltico más septentrional y el menos «creyente». Pero el más innovador
La presidenta Kersti Kaljulaid, de 49 años, elegida en 2016, habló sobre los 100 años de independencia de Estonia – de la Rusia zarista en 1918 – y afirmó la libertad religiosa como «la piedra angular de la democracia».
Ella recordó el apoyo de la Santa Sede para la independencia del país que luego fue «tomado como rehén por el comunismo».
Ella señaló el «éxito económico» de la nación al afirmar que debe involucrar el «cuidar a los demás».
También mencionó el desafío del «cambio climático» y el «despilfarro» y cómo Estonia responde a él: el ejemplo de un país pequeño puede ser «grande» para los problemas globales.
La presidenta citó a San Pablo: «vencer el mal con el bien» y un verso de un poema de Juan Pablo II, que llegó a Estonia en 1993 – después de la caída del muro de Berlín y el regreso a la libertad – diciendo en esencia que la libertad debe ser «conquistada», que viene como un «regalo» pero que es al mismo tiempo el resultado de una «batalla»
Finalmente, la presidenta recordó que un símbolo de la lucha contra el despilfarro elegido por el país es la vestimenta de San Francisco de Asís. Y concluyó su discurso con la oración franciscana: «Donde haya guerra, ponga yo la paz».
© Traducción ZENIT, Raquel Anillo