(ZENIT – 30 oct. 2019).- Con respecto al Espíritu Santo, el Santo Padre explicó que “si le abrimos el corazón y dejamos que nos guíe, nos conducirá a la salvación de nuestras almas y nos dará la fuerza para proclamar el Evangelio para la salvación de todas las almas”.
Hoy, 30 de octubre de 2019, durante la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco ha saludado a los peregrinos de lengua árabe, en especial al grupo de la escuela de las Hermanas de Nazaret de Haifa en Tierra Santa, y a todos los de Oriente Medio.
Así, el Santo Padre insistió en la idea de que “es el Espíritu Santo quien anima a la Iglesia y la guía en su misión” y recordó que “nosotros también hemos recibido este Espíritu en el Bautismo y la Confirmación”.
En la catequesis de este miércoles, Francisco continuó con el ciclo dedicado al Libro de los Hechos de los Apóstoles. En ella ha remitido a tres hechos importantes en el viaje de Pablo a Filipos: el Bautismo de Lidia y su familia; su arresto junto con Silas, después de haber exorcizado a una esclava explotada por sus amos y la conversión y el Bautismo de su carcelero y de su familia.