(zenit – 24 marzo 2020).- La nación más pobre de América, Haití, se enfrenta a la propagación del coronavirus con un sistema de salud con muy pocos recursos. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), han sido confirmados los dos primeros casos de personas infectadas por el virus, aunque por el momento no se contabiliza ninguna persona fallecida.
Solamente cuentan con las clínicas de las ONG y de la Iglesia, tal y como indican desde la Agencia Fides.
Medidas del gobierno
El pasado 19 de marzo de 2020, el gobierno decretó el estado de emergencia para tratar de impedir la expansión del coronavirus. Las escuelas, los centros de formación profesional y las universidades se cerraron.
Asimismo, se cerraron las fronteras y los puertos, se cancelaron casi todos los vuelos y hay controles en todos los medios de transporte de mercancías. Aun así, se teme que todas estas medidas no puedan impedir la movilidad de algunas personas que buscan un trabajo ocasional para su supervivencia diaria, informan desde la fuente citada.
Tras el decreto del estado de emergencia en el país, los obispos suspendieron la celebración pública y presencial de la Misa, con asistencia de los fieles.
Mensaje de Monseñor Dumas
Con motivo de esta pandemia del Covid-19, Mons. Pierre-André Dumas, obispo de la diócesis de Anse-à-Veau et Miragoâne, en Haití, envió un mensaje dirigido a todos los fieles, comenzando por la importancia de la Cuaresma “para fortalecer nuestra vida interior, porque solo así podremos encontrarnos con Dios y descubrir la solidaridad con los demás”.
“Considerando la evolución de la pandemia de coronavirus en Haití y en el mundo, nos enfrentamos al riesgo de tener que cambiar nuestra vida social y eclesial, que cuenta con una tradición de dos mil años”, añade Mons. Dumas.
“Por lo tanto, teniendo en cuenta las medidas de nuestro gobierno y las indicaciones de la Conferencia Episcopal de Haití, los invito a quedarse en casa y hacer que cada casa se convierta en una Iglesia doméstica para vivir en oración y solidaridad con los más pobres y enfermos”, incluye el obispo en su mensaje.
Además, invita a todos los sacerdotes a tener una mayor presencia pastoral en la caridad, “para anunciar al pueblo de Dios y a los enfermos de Covid-19, a los trabajadores de la salud, la indulgencia plenaria; celebrar la Eucaristía con un grupo no mayor de 10 personas; suspender cualquier actividad pastoral y religiosa con grupos parroquiales; asegurar que la comunidad no entre en pánico, predicando el mensaje de que Dios nunca abandona a su pueblo”.
Mons. Dumas concluye el mensaje invocando la protección de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de Haití, y recuerda que la oración del pueblo siempre se ha escuchado otras veces.