(zenit – 8 junio 2020).- Por octavo año consecutivo, el Instituto para las Obras de Religión (IOR) publica el balance de sus estados financieros en el Informe Anual, informa la propia entidad vaticana en un comunicado difundido hoy, 8 de junio de 2020.
Los estados financieros de 2019 han sido auditados por la firma internacional independiente de auditoría Mazars y se caracterizan no solo por el cumplimiento de los más altos estándares internacionales, sino también por el compromiso de asegurar la adhesión plena y continua a los principios y la Doctrina Social de la Iglesia.
Instituto para las Obras de Religión
El IOR es una institución de la Santa Sede, fundada por Pío XII el 27 de junio de 1942. El Papa Francisco, a través de un quirófrago, renovó por dos años, los Estatutos del Instituto para las Obras de Religión, aprobados en 1990 por Juan Pablo II, quien a su vez, para adaptarlos mejor “a las necesidades de los tiempos”.
La misión del Instituto consiste en “proveer a la custodia y administración de los bienes transferidos o encomendados al Instituto por personas físicas o jurídicas, y destinados a obras de religión o de caridad”.
Aprobación de los estados financieros
Los estados financieros del IOR fueron aprobados por unanimidad el 28 de abril de 2020 por el Consejo de Superintendencia que, de acuerdo con el Estatuto, transmitió el documento a la Comisión cardenalicia destacando la solidez y la alta calidad de los datos financieros (nivel de activos y liquidez) y su conformidad con los más altos estándares internacionales.
De acuerdo con las indicaciones del Papa, también este año la Comisión de Cardenales ha deliberado sobre la distribución integral de los beneficios.
Rigor y prudencia
Según la citada nota, en 2019, el Instituto continuó, “con rigor y prudencia”, proporcionando servicios financieros al Estado de la Ciudad del Vaticano y a la Iglesia Católica en todo el mundo.
Además, el Instituto ha seguido esforzándose por asegurar la adhesión plena y continua a los principios y la doctrina social de la Iglesia Católica en todas sus actividades operacionales y, en particular, con carácter prioritario, en los procesos de gestión y las políticas de inversión de sus propios activos y los de sus clientes.
Datos de 2019
Los datos financieros clave de 2019 incluyen: depósitos de clientes por 5.100 millones de euros (en aumento con respecto a los 5.000 millones de euros de 2018), de los cuales 3.400 millones de euros se relacionan con activos bajo gestión y custodia de valores; 38,0 millones de euros de beneficio neto (17,5 millones de euros en 2018), resultado del proceso de inversión basado en el riesgo y coherente con la ética católica aplicada a la gestión de sus activos; 630,3 millones de euros el patrimonio al 31 de diciembre de 2019, al neto de la distribución de beneficios.
Además, el Instituto mantiene un alto nivel de liquidez con un índice de cobertura de liquidez de LCR del 443% y un índice de financiación de NSFR estable del 1008%.
Finalmente, la nota señala que en 2019, el IOR siguió fortaleciendo el “equipo” de gestión del Instituto y aumentó las inversiones en tecnología de la información, incluidas las relacionadas con la entrada en el sistema de pagos europeo de la SEPA (zona única de pagos en euros).