El Santo Padre: ‘Voy a África como mensajero de paz’
En dos vídeomensajes dirigidos a las poblaciones de Kenia, Uganda y República Centroafricana, el Santo Padre explica que en su visita llevará consuelo y esperanza
El papa Francisco espera con alegría momento que va a pasar junto a los fieles de Kenia, Uganda y la República Centroafricana. En los dos vídeomensajes dirigidos a la población de los tres países que visitará del 25 al 30 de noviembre, el Santo Padre asegura que se dirige a la tierra africana como mensajero de paz y para promover “comprensión” y “respeto” sin distinción de credo o etnia.
El mensaje a los dos primeros países que visitará, Kenia y Uganda, inicia dirigiendo una palabra de “saludo y amistad”. Asimismo, asegura que va a tierras africanas “para proclamar el amor de Jesucristo y su mensaje de reconciliación, perdón y paz”. El Papa recuerda que el Evangelio pide “abrir nuestros corazones a los otros, especialmente a los pobres y a aquellos que lo necesitan”.
Además, afirma que “desea encontrar a todas la población de Kenia y Uganda, y ofrecer a cada uno una palabra de aliento”. Estamos viviendo un tiempo –observa Francisco– en el que los fieles de cada religión y las personas de buena voluntad son llamadas a promover la comprensión y el respeto recíprocos, y a sostenerse los unos a los otros como miembros de la misma familia humana.
Finalmente, en este vídeomensaje en inglés, el Papa asegura que un momento especial de su visita, “será representado por los encuentros con los jóvenes, que son nuestro principal recurso y nuestra esperanza más prometedora para un futuro de solidaridad, paz y progreso”.
En un segundo mensaje, dirigido a la población de la República Centroafricana, el Pontífice manifiesta, en francés, su alegría y su afecto por todos, “independientemente de la etnia o del credo religioso”. Vuestro querido país –observa– está atravesando desde hace demasiado tiempo una situación de violencia e inseguridad de las cuáles muchos son víctimas inocentes”.
De este modo, Francisco asegura que la finalidad de esta visita es “sobre todo llevar, en nombre de Jesús, el apoyo de la consolación y de la esperanza”.
Por eso el Papa, espera de todo el corazón “que mi visita pueda contribuir, de una forma u otra, a aliviar vuestras heridas y a favorecer las condiciones para un futuro más sereno para Centroáfrica y todos sus habitantes”. El Papa asegura que va a al país como “mensajero de paz”. Y añade que desea sostener el diálogo interreligioso para “animar la convivencia pacífica en el país: sé que esto es posible, porque todos somos hermanos”.
Haciendo referencia al lema de su visita a este país, “Pasemos a la otra orilla”, el Santo Padre explica que este tema “invita a las comunidades cristianas a mirar adelante con determinación y alienta a cada uno a renovar la propia relación con Dios y con los propios hermanos para construir un mundo más justo y más fraterno”. El Pontífice concluye su mensajes asegurando que “tendré la alegría de abrir para vosotros –un poco antes– el Año jubilar de la Misericordia, que espero sea para cada uno ocasión providencial de auténtico perdón, ocasión para recibir y donar, y de renovación en el amor”.
El Papa en Sta. Marta: ‘La Iglesia es fiel si su tesoro es Jesús’
En la homilía de este lunes, el Santo Padre reflexiona sobre la figura de la viuda en el Evangelio que representa a la Iglesia que espera el regreso de su Esposo
La Iglesia es fiel si su único tesoro y su único interés es Jesús, pero es tibia y mediocre si busca su seguridad en las cosas del mundo. Esta ha sido la advertencia del papa Francisco en la homilía de la misa celebrada este mañana en Santa Marta.
El Evangelio del día habla de la pobre viuda que deja en el tesoro del templo dos monedas de cobre mientras los ricos muestran sus grandes ofrendas. Por eso, Jesús afirma que “esta viuda tan pobre ha dado más que todos”, porque los otros han donado lo superfluo, mientras que ella, en su miseria, ha entregado todo lo que tenía para vivir”. El papa Francisco ha explicado que en la Biblia “la viuda es la mujer sola, que no tiene marido que la cuide; la mujer que debe salir adelante como pueda, que vive de la caridad pública”. Y la viuda de este pasaje del Evangelio era “una viuda que tenía su esperanza solamente en el Señor”. Al respecto, el Santo Padre ha confesado que le gusta ver en las viudas del Evangelio “la imagen de la ‘viudez’ de la Iglesia que espera la vuelta de Jesús”.
De este modo, ha explicado que “la Iglesia es esposa de Jesús, pero su Señor se ha ido y su único tesoro es su Señor. Y la Iglesia, cuando es fiel, lo deja todo esperando a su Señor. Sin embargo, cuando la Iglesia no es fiel o no es tan fiel, o no tiene tanta fe en el amor de su Señor, trata de salir adelante también con otras cosas, con otras seguridades, más del mundo que de Dios”.
Al respecto, el Papa ha asegurado que “las viudas del Evangelio nos dan un bonito mensaje de Jesús sobre la Iglesia”.
Y lo ha explicado recordando como la viuda «que salía de Naín, con el ataúd de su hijo: lloraba, sola. ¡Sí, la gente, muy buena la acompañaba, pero su corazón estaba solo! La Iglesia viuda llora cuando sus hijos mueren de la vida de Jesús. Hay alguna otra que, para defender a sus hijos, va al juez injusto: le hace la vida imposible, llamándole a la puerta todos los días diciendo ‘¡hazme justicia!’ Al final hace justicia. Es la Iglesia viuda que reza, intercede por sus hijos. Pero el corazón de la Iglesia está siempre con su Esposo, con Jesús. Está ahí arriba. También nuestra alma –según los padres del desierto– se parece mucho a la Iglesia. Y cuando nuestra alma, nuestra vida, está más cerca de Jesús, se aleja de muchas cosas mundanas, cosa que no sirven, que no ayudan y que alejan de Jesús”.
La “viudez” de la Iglesia se refiere al hecho de que la Iglesia está esperando a Jesús. Puede ser –ha explicado– una Iglesia fiel a esta espera, esperando con confianza la vuelta del marido o una Iglesia no fiel a esta ‘viudez’, buscando seguridad en otras cosas… la Iglesia tibia, la Iglesia mediocre, la Iglesia mundana”.
Para finalizar ha preguntado: “¿Nuestras almas buscan seguridad solamente en el Señor o buscan otras seguridades que no le gustan al Señor?”
En estos últimos días del Año Litúrgico –ha precisado Francisco– nos hará bien preguntarnos sobre nuestra alma: si es como la de esta Iglesia que quiere a Jesús; si nuestra alma se dirige a su esposo y dice: «¡ven señor Jesús. Ven!»
Y nos hará bien «dejar de lado todas estas cosas que no sirven y no ayudan a la fidelidad”.
(Texto de Radio Vaticano traducido y adaptado por ZENIT)
Cardenal Tagle: “El Jubileo es una respuesta clara a la violencia sin misericordia”
El arzobispo de Manila expresa sus esperanzas para el Año Santo. Hasta el viernes predica los ejercicios espirituales a los sacerdotes romanos sobre el tema “El Dios de la Misericordia”
“El Dios de la Misericordia” es el tema de los ejercicios espirituales de los sacerdotes romanos, que serán predicados desde hoy y hasta el próximo viernes por el cardenal Luis Antonio Tagle. Un tema que evoca inmediatamente al Jubileo extraordinario querido por el papa Francisco y que inicia el próximo 8 de diciembre. Un Jubileo que es hoy aún más necesario, como afirma el arzobispo de Manila y presidente de Caritas Internationalis ante los micrófonos de Radio Vaticano.
“Todo acto de violencia es una manife
stación de la falta de misericordia”, afirma el purpurado. Y añade que “este es el misterio que nos enmudece ante la violencia. Yo, personalmente, no consigo entender cómo un hombre, un ser humano, puede hacer algo así a personas inocentes. No quiero condenar a nadie, pero para mí el imaginar –solo imaginar– un corazón que llega a hacer estas cosas… ¿qué pensamientos y qué espíritus han influenciado este corazón? Este Jubileo es una respuesta, una respuesta clara a la violencia sin misericordia, por todas partes”.
Sobre la apertura por parte del Papa de las celebraciones del Año Santo también a judíos y musulmanes, el cardenal Tagle comenta: “Sí y no solo a los judíos y a los musulmanes. En Asia, casi todas las antiguas tradiciones religiosas –el budismo, el hinduismo, el confucianismo– todas estas religiones tienen una tradición de la misericordia. Por ejemplo, los monjes budistas cada mañana pasean por la ciudad para pedir alimento, ropa, pero no para sí mismos, sino para los pobres. ¡Y para la comida, la mesa grande de los monjes budistas está abierta a todos! Los monjes comen los últimos: ¡esto es misericordia!”.
Subrayando que el Jubileo es “una invitación para toda la Iglesia a revisar la vida espiritual, pastoral y misionera para que todos estos aspectos de la vida eclesial sean instrumentos, vías, de la misericordia de Dios”, el arzobispo de Manila expresa también su esperanza para que este año “el punto de referencia para el diálogo interreligioso, no solo desde un punto de vista académico sino también práctico, se concentre en la misericordia”.
Viaje del Papa a México, programa provisional
El Papa irá al norte por los migrantes y los presos, a Michoacán por la violencia, y a Chiapas por la pobreza
El anuncio oficial del viaje del santo padre Francisco a México se espera para el próximo sábado 12 de diciembre en la basílica de San Pedro, durante la misa presidida por el Pontífice en honor de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América Latina.
Este domingo, fiesta de Cristo Rey, el cardenal Norberto Rivera en la catedral de México dijo: “Ya estamos en espera de la venida del papa Francisco, quien, sin duda alguna iluminará las situaciones que vive nuestro México, pero sobre todo nos invitará, con su estilo tan atractivo, a que seamos testigos y heraldos de aquello que creemos y nos urgirá a que tomemos más en serio nuestro ser cristiano: discípulos y misioneros en nuestra patria y en nuestro continente”.
Se trata de la primera visita del papa Francisco a México y la séptima de un Pontífice a este país. Juan Pablo II realizó cinco, (1979, 1990, 1993, 1999 y 2002) y Benedicto XVI una, en marzo de 2012.
El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, indicó que “el Papa irá al norte por los migrantes y los presos, a Michoacán por la violencia, y a Chiapas por la pobreza y la marginación, si bien muchas cosas han mejorado mucho”.
Y mientras se está a la espera de la confirmación oficial, salen a la luz en los medios de comunicación y páginas web, algunos borradores sobre la posible agenda del viaje apostólico.
El martes 12 de febrero de 2016 se prevé la llegada del papa Francisco a la ciudad de México, y ese día visitaría la Basílica de la Virgen de Guadalupe; tendría una reunión en calidad de Jefe de Estado con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y con los legisladores. Pernoctaría en dicha ciudad.
El miércoles 13 por la mañana se reuniría y con los obispos en la capital de México.
El jueves 14 celebraría la santa misa en Ecatepec, Estado de México, abierta al público, y por la tarde de ese mismo día estaría en el Auditorio Nacional.
Los voluntarios que se han inscrito en la Ciudad de México son hasta ahora 3 mil y se espera que lleguen a 8 mil.
Francisco llegaría el 15 jueves de febrero al Estado de Chiapas, a Tuxtla Gutiérrez, y se trasladaría a San Cristóbal de las Casas para tener una celebración con indígenas. Luego regresaría a Tuxtla para celebrar un encuentro con las familias de México, en el que se prevé la asistencia de más cien mil fieles. El estadio de fútbol Víctor Manuel Reyna se perfila como el lugar para el encuentro con las familias.
El viernes 16 el Pontífice estará en la ciudad de Morelia, indicó el cardenal Alberto Suárez Inda, “donde llegará a las 10 de la mañana al aeropuerto, de allí se vendrá por toda la autopista en carro cerrado, llegará al entronque con Tres Marías”. Precisó que desde allí “en el papamóvil llegará hasta el Estadio Venustiano Carranza, donde se celebrará la eucaristía con sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas”.
Desde allí partirá por la avenida Madero hasta llegar a catedral para reunirse con algunas niñas y niños, allí mismo comerá. Después saldrá nuevamente por la avenida Madero hasta llegar al Estadio Morelos para el Encuentro Nacional con adolescentes y jóvenes. A las 18 horas partirá nuevamente a la Ciudad de México.
El sábado 17 el Santo Padre estará en Chihuahua, específicamente en Ciudad Juárez, donde terminará su visita al país.
El portavoz de la arquidiócesis de Chihuahua, el padre Miguel Ortega, dio a conocer este domingo el programa provisional, según las indicaciones dadas por el arzobispo Constancio Miranda.
El día 17, el Papa llegará al aeropuerto internacional de Ciudad Juárez y de allí se trasladará al centro penitenciario de Cereso, donde tendrá un encuentro con los reclusos en el patio y saludará a unos 20 internos. En la capilla se reunirá con el personal del centro de rehabilitación.
A continuación, el Santo Padre irá a un Auditorio donde tendrá una reunión con empresarios. El programa sigue en el seminario, donde comerá y descansará. Un poco más tarde presidirá la santa misa en el Chamizal, ante varios miles de personas, teniendo en cuenta que asistirá gente no sólo de Ciudad Juárez, con más de un millón de habitantes, sino también de El Paso, Texas, Chihuahua y otras localidades vecinas. El portavoz reiteró que el obispo Constancio Miranda fue claro al indicar que es un borrador del programa.
“El Papa aportará a Centroáfrica las razones para vivir en una sociedad tolerante”
Entrevista con monseñor Juan José Aguirre, obispo de Bangassou. Rezamos para que el miedo no sea más fuerte que la esperanza
El continente africano recibirá esta semana la visita del papa Francisco y serán tres etapas: Kenia, Uganda y República Centroafricana. En las últimas semanas, debido a la fuerte escalada de violencia en el país que supone la última etapa del viaje del Santo Padre, se ha dudado mucho si se mantendría o no el programa. El Vaticano lo confirmó el pasado jueves, el Papa irá a Centroáfrica y seguirá el programa previsto.
Monseñor Juan José Aguirre, obispo de Bangassou, República Centroafricana, explica a ZENIT que en su diócesis están preparando el viaje del Santo Padre desde la oración, pidiendo que el miedo no sea más fuerte que la esperanza. Asimismo, manifiesta su deseo de que con la visita del Papa, Dios enseñe cómo salir de este pozo sin fondo en el que se encuentran en este país porque si se sigue así, la fuerza de los violentos seguirá cayendo sobre los de siempre: los mansos, los pobres y los pacíficos. A continuación compartimos con nuestros lectores la entrevista.
Quedan tan solo unos días para llegada del Papa, ¿cómo se ha vivido este tiempo de preparación en el país?
— Mons. Aguirre: ¡Con mucho fervor y alegría! Primero, cuando en respuesta a la invitación de los obispos durante la visita ad l
imina del pasado mes de mayo, se anunció la visita del Papa a Centroáfrica hubo estupor y alegría desmedida. Cuando se supo que el papa Francisco se quedaría a pasar la noche en Bangui, el entusiasmo fue exuberante, convencidos todos que el Papa santificaría con su presencia la tierra donde pasaría la noche. Luego cuando la violencia hizo que el horizonte de la visita se pusiera más negro, comenzamos a rezar. Llegaron las dudas y con ellas el nerviosismo. Finalmente, a pesar de la violencia y del riesgo de ataques violentos, el papa Francisco confirmó que quería venir. Toda la sociedad centroafricana, el gobierno de la nación incluido, están felices. Imagino que los violentos, que son un puñado, estarán bastante mosqueados… Ahora, la preparación es frenética y las expectativas para que todo salga bien, inmensas. Todos creen ciegamente que el Papa aportará a Centroáfrica las razones para recomenzar a vivir en una sociedad tolerante, sin venganzas y llena de futuro.
¿Qué espera la gente de la visita del Santo Padre? ¿Cuáles podrían ser los frutos de este viaje?
— Mons. Aguirre: La violencia que se vive en Centroáfrica desde hace tres años nos ha conducido a una calle sin salida. Asesinatos y venganzas: desde la llegada de los Seleka en marzo del 2013, no ha habido otra cosa. Con la llegada de los anti-balaka el 5 de diciembre del 2013, las cosas fueron a peor, los asesinatos se incrementaron, la violencia gangrenó la sociedad, las ciudades se fragmentaron entre musulmanes y no musulmanes y una espiral de violencia se desató hasta el día de hoy. En este último mes se cuentan los muertos por centenares en diversas ciudades y los heridos todavía más… Llegados a estas alturas, con las próximas elecciones del mes de diciembre comprometidas a causa de la violencia que no cesa, todos creemos que si esto no lo arregla en Santo Padre, no lo arregla nadie. Esta es ahora la esperanza de este pueblo. Una esperanza de que, con sus palabras, sus gestos y su manera de tratar a todos, la sociedad se calme y se desatasque el camino para la búsqueda de la paz.
Sin duda, el viaje del Papa dará visibilidad a una nación “olvidada” en los medios de comunicación del mundo y podría ayudar a que la comunidad internacional reaccione. ¿Cuál es la necesidad más urgente en la República Centroafricana?
— Mons. Aguirre: Que la gente tenga paz cada día, pan cada día y las diferentes comunidades étnicas puedan convivir pacíficamente. Eso sería lo mejor para Centroáfrica. Sin paz ni pan, todo se complica enormemente.
El papa Francisco pasará menos de 48 horas en la República Centroafricana pero mantendrá varios encuentros importantes: la visita a un campo de refugiados, el encuentro con la comunidad musulmana… ¿Qué momento del viaje cree que será especialmente significativo?
— Mons. Aguirre: ¡Todos serán significativos! La visita de un Papa no deja indiferente a nadie, aunque tan solo se esté paseando por la Nunciatura. Creo que la apertura de la Puerta Santa para el Jubileo de la Misericordia, justamente en una ciudad herida y torturada como Bangui, es muy significativo. El encuentro en la mezquita será una experiencia única para la comunidad musulmana de Bangui. El encuentro ecuménico en la escuela de Teología evangélica es otro momento fuerte. La visita del campo de desplazados, otra pincelada maravillosa de fraternidad y empatía con los pobres. La misa final en el estadio de fútbol, todas la religiones confundidas (pues será así y nadie se querrá quedar atrás), será como dar un espaldarazo a una Iglesia africana que ya vive el evangelio de manera diferente, que tiene muchos mártires y muchas vocaciones, que crece y será la más dinámica dentro de algunos decenios y que algún día, si Dios quiere, hasta dará un Papa africano, si no, tiempo al tiempo.
El ejército francés habló de “alto riesgo” en cuanto a la visita del Pontífice a este país, Desde su punto de vista ¿cómo es la situación ahora mismo?
— Mons. Aguirre: Si el Ministerio de Defensa francés dice eso es que tiene sus razones. Por ellas en Europa se anulan partidos importantes de fútbol. Pero los africanos son otra pasta. En varios barrios de Bangui, en P.K. 5 zona de la parroquia de Fátima guiada por los padres combonianos, la situación es muy tensa, la parroquia está en pie con los 3 padres y 800 desplazados y todo alrededor está quemado, sin vida, aniquilado. La comitiva del Papa no entrará en esos barrios por no poner en peligro a todos los fieles centroafricanos que lo seguirán a donde vaya.
Bangui es un avispero. Pueden lanzar una granada contra la multitud como hicieron el 4 de noviembre en una concentración de universitarios. No explotó esa vez. Era de fabricación china. Pero quién sabe qué pasará la próxima. En Bangassou llevamos una semana juntos, 69 delegados de las parroquias, preparando el viaje desde la oración. Estamos con la oración del peregrino ruso, (ya la conocéis), la de la frase (mantra) dicha con las cuentas del rosario, lentamente, sinceramente, atentamente, con amor y cosechando siempre paz interior.
Todo para que el miedo no sea más fuerte que nuestra esperanza. La ilusión revolotea en el aire. Pero también un temeroso respeto, porque la capital vive desde hace meses una espiral de violencia que 12 mil cascos azules y 900 soldados franceses de la Sangaris no han sido capaces de frenar.
El alto riesgo que decían los franceses no ha bajado. Centroáfrica se ha descompuesto en tres años. Líneas rojas han aparecido por todas partes dividiendo a musulmanes y no musulmanes, fragmentando la capital. Hay como una epidemia de violencia, que genera una sociedad con olor a podrido y tensa.
La visita del papa Francisco se vive como una contrarreloj. El balance es de 120 muertos y 300 heridos en las últimas semanas. Su presencia puede parar todo ese desenfreno criminal. La fórmula es coraje con prudencia, la mirada puesta en el Dios de la fe, en la fuerza demostrada mil veces del Jesús que «andaba en la mar» aplacando las olas furiosas que azotaban la barca.
¿Cómo transmitir el Evangelio de la vida en una nación que cada día sufre las consecuencias de la violencia?
— Mons. Aguirre: ¡Con la esperanza! Cuando muchos otros se van en clima de gran violencia, la Iglesia siempre se queda, ¡es la última que apaga la luz! La política y las tribulaciones son como el decorado que rodea nuestro hacer de cada día, que es estar con los pobres, darles coraje, animarles, decirles que después de la tempestad viene siempre la calma, que no pierdan la esperanza. Estamos aquí para hacer causa común con los pobres. En Bangassou seguimos a más de mil huérfanos, un centro para enfermos terminales de sida, 4 casas para ancianos acusados de brujería, la pediatría, la maternidad, 20 escuelas y colegios, centros de salud… todo eso es, a mi entender, una inyección de esperanza para un pueblo torturado por la violencia de un puñado. Aquí decimos también que, cuando se pierde la esperanza queda la esperanza de volver a tener esperanza.
Usted lleva 35 años en la República Centroafricana, ¿cómo ha cambiado la situación en estos años?
— Mons. Aguirre: Hoy creo que estamos peor que hace tres años cuando nos pisotearon esos caballos de Atila disfrazados de «coalición Seleka». Hoy nos pisotean otros, con nombres diferentes. Y creo que Centroáfrica hoy está peor que hace 35 años cuando llegué por primera vez. Seguramente hemos crecido en mil aspectos: pero en calidad de vida hemos rodado siempre para abajo, aguantando mecha y tragando traiciones. El volumen de sufrimiento del pueblo con el que vivo parece infinito. Los países limítrofes piensan en la Centroáfrica de hoy como auténticos depredadores. No se interesan por sus gentes, ni por el pueblo llano, sino por su oro, su petróleo y sus materias primas. Las multinacionales y l
os países que las controlan, más de lo mismo. La ONU ha mandado cascos azules marroquíes, congoleños, ruandeses, bangladesíes. Dicen de entrada que ellos no han venido a Centroáfrica a morir. Cuando hay lío se quitan de en medio. Además, he visto de cerca la vergüenza de cascos azules que caen en el chantaje de cambiar latas de conserva por sexo, incluso con chicas menores de edad. Al principio trajeron seguridad a las zonas pobladas pero ahora la gente se pregunta para qué están aquí. Actualmente vivimos zarandeados por fuerzas que nos llevan donde no queremos, por gobiernos que nos obligan a estar en una cuerda floja, por violentos que abogan por la guerra y no quieren la paz. Creo que los que tienen las de perder son sobre todo los musulmanes moderados, atacados hoy por los cuatro costados. Ojalá que, con la visita del Papa, Dios nos enseñe cómo salir de este pozo sin fondo, del laberinto donde nos encontramos porque si seguimos así, la fuerza de los violentos seguirá cayendo sobre los de siempre: sobre los mansos, los pobres y los pacíficos, los «anawin» que nunca dicen nada (sean musulmanes o no musulmanes), que no gobiernan nada, que tienen que tragar todas las culebras de la historia aunque ellos no hayan participado a alimentarlas.
España: Inauguran el Centro de Acompañamiento Integral a la Familia
La Universidad Francisco de Vitoria crea este centro para ayudar profesionalmente a las familias que tengan cualquier tipo de conflicto
La Universidad Francisco de Vitoria, en Madrid, ha creado un Centro Universitario de Acompañamiento Integral a la Familia. Durante el acto inaugural, monseñor Mario Iceta, obispo de Bilbao y presidente de la Subcomisión Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española, aseguró que “ofrecer este servicio de acompañamiento a la familia en la universidad es poner en el centro a las personas”.
En este lugar, las familias recibirán asesoramiento de la mano de profesionales expertos en psicología, derecho, educación, medicina, enfermería o fisioterapia.
“Hoy en día la familia es la institución más valorada por la sociedad, pero por otra parte, hoy asistimos a grandes fragilidades en la familia. Dicen las estadísticas que a los 5 años se han roto casi la mitad de los matrimonios (en el caso de los canónicos un 32%) y a los 15 años, casi el 70%. Y estas fragilidades generan mucho sufrimiento y heridas afectivas”, destacó el prelado según indica una nota de prensa distribuida por la Universidad.
Asimismo, durante la inauguración, Daniel Sada, rector de la Universidad, explicaba que en este Centro Universitario de Acompañamiento Integral a la Familia “se concentran la misión de la Universidad y la vocación de muchas personas y profesionales que van a participar en él y que integra muchos saberes”.
Elena Arderius, coordinadora del Centro, indicó que “no es necesario que haya aparecido un problema, aunque también acompañamos para que puedan resolverlo, sino que también ayudamos y damos estrategias para poder prevenirlos”.
Este nuevo Centro Universitario de Acompañamiento Integral a la Familia de la Universidad Francisco de Vitoria ofrece un servicio integral y interdisciplinar de atención a las familias para dar respuesta a cualquier conflicto que tengan. “Están acudiendo personas y familias que están pasando dificultades en su matrimonio, padres con hijos adolescentes, personas con bajo rendimiento académico, con problemas de la alimentación, crisis personales, problemas de ansiedad y bajo estado de ánimo”, explica su coordinadora. En cualquier caso, añadió, “damos una respuesta personalizada a su problema, con un método diferenciado de evaluación, diagnóstico, intervención y seguimiento”.
Y, además, de una forma diferente “nos diferenciamos en el método de evaluación, diagnóstico, tratamiento y seguimiento; la intervención transdisciplinar; en un mismo centro se reúnan profesionales expertos de la mayor parte de las disciplinas de las que puede precisar la familia; que se interviene pensando en la persona y su efecto en la familia (y viceversa). Además, con el rigor de trabajar en la Universidad, y el Grado de Psicología y para realizar investigaciones sobre temas de familia”, concluyó Elena Arderius.
En Centro se encuentra en el campus de la Universidad Francisco de Vitoria en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Desde la Universidad, recuerdan que en su compromiso con la familia, tienen además “un Instituto Universitario de Estudios por la Familia y un Gabinete de Orientación Educativa con el que se va a trabajar de forma coordinada, donde los alumnos podrán realizar sus prácticas y se van a llevar a cabo investigaciones científicas”.
Promovido por la UFV y gestionado por la Fundación Desarrollo y Persona, el centro nace para ayudar a la familia, considerada como pilar fundamental de la sociedad, ya que “es donde las personas aprenden valores, se educan y se desarrollan. Si la familia tiene problemas, esto repercute en todos los miembros, generando sufrimiento. Si la familia tiene alegrías, esto también afectará, pero de manera positiva, disfrutando también de esta situación. Por ello, hay que cuidarla, para generar personas estables, fuertes emocionalmente y con verdaderos valores que contribuyan a transformar la sociedad”, indicó su coordinadora.
Italia: manifestación musulmana en la calle contra el terrorismo
En Roma y Milán con el título: ‘No en mi nombre’. En los estadios de fútbol de Italia e Inglaterra tocan la Marsellesa en solidaridad con las víctimas de los atentados
En Italia los musulmanes moderados han realizado este sábado dos manifestaciones públicas contra el terrorismo, con el título ‘Non nel mio nome’, (No en mi nombre), en las ciudades de Roma y Milán.
El director del Centro Cultural Islámico de la capital italiana, Abdellah Redouane, dijo que “el terrorismo no puede atacar en cualquier parte en nombre de los musulmanes». La manifestación, que reunió a algunos centenares de manifestantes congregados a pesar de la fuerte lluvia y con fuerte protección policial, es la primera de este tipo que se registra en Italia.
En las pancartas que llevaban los manifestantes se leía: “Solidaridad con las víctimas de París”, “Islam es Paz”, “No en mi nombre”, “El Corán está contra la violencia”, «No al terrorismo en nombre de Dios». Realizaron además un minuto de silencio en honor de las víctimas de los atentados de París del pasado viernes 13.
En la ciudad industrial del norte de Italia, Milán, fue la segunda manifestación, organizada por CAIM (Coordinación de las Asociaciones Islámicas de Milán). Durante la marcha por las calles gritaron: «No al estado islámico”, “No al terrorismo, sí a las mezquitas”. Los fieles del islam moderado pidieron también medidas contra la islamofobia.
De otro lado, en los estadios de fútbol de Italia, se tocó la Marsellesa, tal y como explicó un comunicado de la Serie A. “En homenaje a las víctimas de los trágicos atentados terroristas que golpearon el viernes a la ciudad de París y en solidaridad con el pueblo francés, La Marsellesa se tocará en cada estadio en el momento en el que los equipos entren en el campo”.
Lo mismo sucedió en Inglaterra, donde las notas de La Masellesa sonaron en los estadios de la Premier League antes del inicio de los partidos. El himno francés ya había sido utilizado en martes pasado en el estadio londinense de Wembley instantes antes del partido amistoso entre Inglaterra y Francia.
Por lo que se refiere a la acción contra el terrorismo, en la tarde de este domingo, la policía belga realizó en Bruselas varios operativos en los que detuvo a 16 personas sin conseguir capturar todavía a Salah Abdeslam, el principal
sospechoso de los atentados terroristas de París.
Beata Enrichetta Alfieri – 23 de noviembre
«Sanada milagrosamente por la Virgen de Lourdes de una grave enfermedad cuando ya le acechaba la muerte, se convirtió en un rayo de luz para los reclusos de San Vittore. Ellos la denominaron su ‘mamma’ y su ángel»
La vida de Enrichetta fue apasionante. Coraje, misericordia y piedad, virtudes, entre otras, de esta brava mujer, tocaron las fibras más sensibles de los prisioneros de la cárcel milanesa de San Vittore. Está claro que Dios otorga a cada uno la fortaleza para llevar a cabo su misión. Cuando se contempla retrospectivamente la vida santa, se aprecia la inmensidad del amor divino que se manifiesta por medio de personas que en su fragilidad física y espiritual realizan gestas de alcance imprevisible, sorprendentes, conmovedoras. Enrichetta poseía la madurez humana y espiritual requerida para afrontar las desdichas de los lóbregos corredores de la prisión donde habita la desesperanza y el llanto desgarrador. Supo proporcionar a los reclusos el consuelo que precisaban, acoger sus miedos y temblores, dar un vuelo inusitado a estas vidas, algunas de las cuales, llevadas de su mano, recibieron la gracia de encontrarse con Cristo. Hay que amar mucho, haber encarnado en sí mismo a Cristo fielmente para poderlo transmitir a los demás como hizo ella.
Nació el 23 de febrero de 1891 en Borgo Vercelli, Italia. Era la primogénita de los cuatro hijos de Giovanni y Rosa Compagnone. Y aunque le impusieron en el bautismo tres nombres: María Ángela Domenica, sus allegados la llamaban María. Parecía un vaticinio de la protección que iba a recibir de la Virgen. Encantadora durante su infancia, sensible a las enseñanzas de fe que recibía en su hogar y en la parroquia, al cumplir 17 años, una edad en la que muchos jóvenes de todos los tiempos han sentido la llamada de Dios, ella también se sintió elegida por Cristo para seguirle. Aunque no sufrió oposición paterna, tuvo que aguardar un tiempo para ingresar en la vida religiosa, como su familia aconsejó que hiciera. Muchas veces los padres no comprenden que la decisión de consagrarse a Cristo ya está tomada, y que dilatar el tiempo para iniciar el camino solo conlleva sufrimiento para sus hijos, aunque en esa prueba éstos comiencen a mostrar a Dios el grado de su amor.
La determinación de la beata era irreversible y lo único que hizo fue madurarla. A finales de 1911 ingresó en el convento de Santa Margarita de Vercelli con las Hermanas de la Caridad, fundadas por la madre Thouret, donde le habían precedido varios familiares. Al profesar tomó el nombre de Enrichetta. Apta para la docencia, estudió magisterio en Novara, como le indicaron, y después impartió clases en Vercelli. Pero solo pudo ejercer la profesión durante unos meses puesto que una espondilitis tuberculosa le impidió hacer vida normal. La pésima evolución de la enfermedad fue vertiginosa. Dos años más tarde ni siquiera podía desempeñar trabajos de apoyo en tareas administrativas.
En 1920 los médicos que la trataron en Milán no ocultaron el mal pronóstico. Regresó a Vercelli y continúo empeorando. Su día a día comenzó a ser el lecho. Aprisionada en él por intensísimo dolor, agradecía a Dios la posibilidad de unir sus padecimientos a Cristo Redentor. Comprendió que así como la vocación nos sitúa en el calvario, por la enfermedad estamos en la cruz con Cristo. De modo que el lecho debe considerarse como un altar en el que la persona que sufre se inmola y se deja sacrificar llevada de su amor, siempre y cuando cumpla el requisito de «sufrir santamente», haciéndolo además con «dignidad, amor, dulzura y fortaleza».
Buscando salida para su penoso estado, la llevaron a Lourdes en 1922 y un año más tarde le administraron el sacramento de la Unción. El 25 de febrero de 1923, celebración de la novena aparición de la Virgen de Lourdes, al tomar un sorbo de agua de la gruta con gran esfuerzo y dolor, se sintió instada a levantarse en medio de una locución divina que provenía de María: «¡Levántate!». En ese momento recobró la salud. No es difícil imaginar el impacto del hecho en toda la comunidad ante un episodio milagroso que atribuyó a María. Estaba presta a morir, pero la voluntad de Dios había sido otra.
Después fue trasladada a la prisión de San Vittore. «La vocación no me hace santa, se decía, pero me impone el deber de trabajar para conseguirlo». Poseía un espíritu luminoso, así como la suficiente madurez y fortaleza para vivir en aquel lugar. Su escuela había sido el sufrimiento. Por eso comprendió y supo acoger a tanto deshecho humano como halló en el penal. Sufrir, orar (también junto a las reclusas), trabajar ejercitando la caridad por amor a Cristo sin descanso, fue el día a día de este apóstol que se ganó el respeto, confianza y cariño de los presos. Ellos la denominaron el «ángel» y la «mamma» de San Vittore. En 1939 fue nombrada superiora de la comunidad. Durante la Guerra Mundial la cárcel fue tomada por los nazis, y se jugó la vida defendiendo y rescatando de la muerte a los judíos y presos políticos que iban a ser gaseados en los campos de exterminio.
En 1944 las SS interceptaron un mensaje de una reclusa. Enrichetta fue acusada y apresada. Gravitando sobre ella la condena a muerte, oraba en su celda en acto de gratitud. Con la intervención del arzobispo de Milán, monseñor Schuster, a través de Mussolini se condonó su pena, pero fue enviada a Bérgamo a un centro de enfermos mentales. De allí partió a Brescia, y escribió sus memorias por obediencia. En 1945 regresó a San Vittore conduciendo al camino de la conversión a muchos, como a la peligrosa convicta de múltiple asesinato Rina (Caterina) Fort. En septiembre de 1950 sufrió una funesta caída en la calle, y no se recuperó. Murió el 23 de noviembre de 1951. Fue beatificada por Benedicto XVI el 26 de junio de 2011.