“Con alegría y emoción anuncio que el papa Francisco, acogiendo nuestra invitación, estará con nosotros el 7 de mayo. El gesto del Santo Padre es un signo delicado de afecto y estima para la Iglesia ambrosiana, para la ciudad milanesa y para toda la región de Lombardía”. Estas han sido las palabras con las que el cardenal Angelo Scola, arzobispo de Milán, ha anunciado la inminente llegada del Pontífice.
El anuncio lo ha hecho en un acto celebrado en la catedral este martes por la mañana, con ocasión del encuentro de los sacerdotes ambrosianos con su beatitud, el cardenal Béchara Boutros Raï, patriarca de los maronitas en Líbano.
Desde ahora –ha asegurado– expresamos nuestra gratitud al Papa, que vendrá a confirmarnos en la fe como pide su ministerio petrino; ministerio de amor personal y eclesial.
Asimismo, el purpurado ha explicado que “la visita del sucesor de Pedro se incluye en el Año Jubilar que el papa Francisco ha convocado para mostrar la cercanía de la Iglesia, en la verdad y en la caridad, a cada hombre y mujer, de cualquier edad, clase social y cultura”. Vivamos desde ahora –ha pedido– la espera al Santo Padre en la oración.
En la arquidiócesis de Milán los católicos siguen el rito ambrosiano, instituido por san Ambrosio, que se diferencia del usado en casi todo occidente, llamado rito romano. Entre sus particularidades, la paz se da antes del ofertorio. El rito ambrosiano es uno de los que aún existen en la iglesia latina, junto con el mozárabe. Entre las particularidades del rito ambrosiano, la paz se da al final de la liturgia de la palabra, antes del ofertorio, como en las orientales.