La Fundación Promoción Social de la Cultura (FPSC), de origen español, ha presentado este mes su memoria de actividades 2014, en el que se indican 24 proyectos en curso por un total de 25,2 millones de euros, los cuales se desarrollan en América Latina, Asia y África.
Por primera vez, en 2014 la Fundación ha iniciado su labor en Haití, además ha sido galardonada por Natura gracias al proyecto “Mujeres rurales de la etnia kachikel combaten la desnutrición infantil” de la Red REDI, cuya creación fue promovida por la FPSC en 2005, y que ejecuta la Fundación para el Desarrollo integral (FUDI) de Guatemala.
Esta fundación que considera que la educación y la cultura son fundamentales para la promoción social, ha destinado casi el 40 por ciento a proyectos educativos y más del 35 por ciento a proyectos hídricos, de seguridad alimentaria y desarrollo agropecuario, según indica el informe.
La presidenta de la fundación, Jumana Trad, reitera en el dossier el “firme compromiso de continuar con el legado de los 28 años de historia de la Fundación”, destacando que la estrategia de trabajo se ha fortalecido “a través de la consolidación de alianzas con nuestros socios locales”. Añade que se mantiene el compromiso con la educación “desde nuestra firme convicción de que es el verdadero motor del desarrollo, siendo una vez más objeto de muchos de nuestros proyectos en Territorios Palestinos, Líbano, Kazajstán, India, Nicaragua, Costa de Marfil, R. D. de Congo y Sudáfrica”.
Entre los proyectos figuran varios destinados “a la consolidación del derecho fundamental de las personas al acceso seguro al agua potable y al saneamiento en Bolivia, Haití y Mozambique”. Así como “acciones para mantener niveles mínimos de agua necesarios para la producción de alimentos, garantizando la seguridad alimentaria, en zonas áridas y semi-áridas de Territorios Palestinos y Jordania”.
La libanesa Jumana Trad, al reconocer la “compleja situación en la que se encuentra Oriente Medio”, donde “actúa la Fundación desde sus inicios”, y cuya situación se ve “agravada en estos últimos años por los múltiples conflictos”, reitera los “esfuerzos en ayuda humanitaria en Siria, Irak, Jordania, Líbano y la franja de Gaza”, en particular con dos campañas. En primer lugar “Siria: Llamada de emergencia” y también “Irak: Un grito de aliento”. Las mismas destinadas a ayudar a las personas “desplazada en otras ciudades de su país de origen, y a la minoría cristiana, en concreto a familias que han abandonado sus hogares y se encuentran acogidas en Bagdad, como una muestra más de nuestro apoyo a los cristianos orientales, buscando su permanencia en la zona y ofreciéndoles motivos de esperanza que les aliente”.