La mentalidad sobre el Instituto para las Obras de Religión (IOR) equivocadamente llamado el banco del Vaticano, ha cambiado. «Hemos hecho controles y no fueron necesarias correcciones. En el Vaticano ahora podrán realizarse nuevas inspecciones». Lo cuenta a una entrevista al blog ‘Stanze Vaticane’, René Bruelhart, 43 años, abogado suizo, desde el pasado mes de noviembre presidente de la AIF, la Autoridad de Información Financiera. </p>
Sobre la inspección realizada el año pasado en la sede del IOR «no emergieron situaciones críticas, estructurales o fundamentales», declaró. Si bien reconoce que como es fisiológico, “existieron puntos ante los cuales la AIF ha dispuesto medidas correctivas”.
Para el presidente del ente de vigilancia, respecto a los escándalos del pasado, y gracias a la introducción de un nuevo cuadro jurídico «se ha logrado un cambio de mentalidad». Y añade: «una comunicación clara y transparente es solicitada por la nueva normativa y hace entender como las reformas sean importantes”. Y precisa indicando que “el proceso activado funciona y con el IOR se ha establecido un diálogo constructivo”.
En la entrevista, Bruelhart anticipa que podrán existir inspecciones también en la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), o en otros organismos “visto que está previsto como parte fisiológica del reglamento introducido por la Santa Sede”. Si bien desmiente que existan resistencias por parte de la vieja guardia de la Curia Romana cuando se realizan dichas inspecciones.
Sobre las relaciones con entes de control financiero de otros países, el presidente de la AIF recuerda que ha sido estipulado un protocolo con la Autoridad Financiera Italiana de investigación (UIF) a mediados del 2013 y que más recientemente se han firmado protocolos con la Autoridad Financiera de Alemania y Estados Unidos.