Más de 50 mil personas asistieron este sábado a la conmemoración del vigésimo aniversario de la matanza de más de ocho mil musulmanes en Srebrenica a manos de las fuerzas serbobosnias, considerado el mayor crimen cometido en Europa después del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Al acto, que se celebró en el Centro Memorial de Potocari, en las proximidades de Srebrenica, asistieron altos representantes de unos 90 países y organizaciones internacionales.
El antiguo enclave de Srebrenica, una zona protegida por cascos azules holandeses de la ONU, fue ocupado el 11 de julio de 1995 por las tropas bajo el mando del general serbobosnio Ratko Mladic.
Dos días después comenzaron las ejecuciones masivas de musulmanes. Los restos mortales de las víctimas de la matanza fueron exhumados de numerosas fosas masivas halladas en el este de Bosnia.
En noviembre de 1995 terminó la guerra con un acuerdo logrado tras varias semanas de negociaciones en Dayton (Estados Unidos). Serbia reconoce que tuvo lugar un «grave crimen» y condenó la masacre en una declaración adoptada en 2010, que buscaba establecer lazos entre el país balcánico y las potencias occidentales.
El 16 de julio del 2014, Holanda fue declarada responsable por la muerte de 300 musulmanes en Srebrenica. Un tribunal de La Haya sentenció que los cascos azules holandeses no actuaron correctamente al permitir la deportación de las víctimas.
El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia condenó a tres altos cargos militares serbobosnios a cadena perpetua por su responsabilidad en el genocidio. Los líderes político y militar durante la guerra, Radovan Karadzic y Ratko Mladic, respectivamente, están siendo procesados en La Haya.