Mientras lamenta que la situación en Tierra Santa es complicada y que los cristianos están siendo probados, el Patriarca Latino de Jerusalén dijo que si confiamos en el nombre del Señor –y en Él solo– estos sufrimientos se verán reducidos.
En su entrevista con ZENIT, su Beatitud Fouad Twal dijo que los salmos nos recuerdan que debemos tener confianza.
“Como dice el salmo 27 ‘algunos confían en carros y caballos, pero nuestra confianza está en el nombre del Señor nuestro Dios’. Y el salmo 146: ‘No pongas tu confianza en los príncipes, ni en los hijos de los hombres, en los cuales no hay ayuda’”.
Volviendo a la situación en Tierra Santa el Patriarca dijo que hay una estrategia militar. Esta “guerra de desgaste” dijo, implica “intentos belicosos de ganar la guerra desgastando al enemigo al punto de colapso a través de continuas pérdidas de personal y material”. Normalmente, dijo, el lado con más recursos gana la guerra.
“Esto es lo que veo que sucede en Tierra Santa. Más de sesenta años demoliendo a los pueblos ocupados”.
Lanzando un llamado, el Patriarca urge: “Pido a la gente que rece como nunca antes para que el corazón duro de los líderes se transforme en un corazón que busque el bien del pueblo palestino bajo ocupación”.
Las celebraciones de la Semana Santa y la Pascua, notó, son como un recuerdo de las dificultades que los cristianos enfrentan en Tierra Santa.
Mientras que la mayoría del mundo es familiar con los desacuerdos del conflicto entre judíos y musulmanes, son menos recordados los cristianos de Israel y Palestina. “Esto no es sorprendente dado que los cristianos son un pequeño porcentaje en ambos países. La gran mayoría de los cristianos son de etnia árabe”.
Por lo mismo, remarca, muchos cristianos en Tierra Santa se encuentran más unidos con los palestinos musulmanes que con los judíos de Israel. Hizo notar que las penas de los palestinos musulmanes son compartidas por los cristianos palestinos.
“Frecuentemente citamos dificultades en el acceso a los santos lugares”. Explicó que los palestinos que viven en la Franja Occidental y en la Jerusalén Este tienen diferentes tarjetas de residencia, y no pueden moverse de un lugar al otro sin permisos especiales.
“Por lo mismo, puede ser virtualmente imposible para un cristiano en Belén viajar a Jerusalén para adorar en la iglesia del Santo Sepulcro”, dijo. “Esto es así incluso durante la Pascua, aunque se tenga el permiso, pues la Pascua coincide con la fiesta judía del Pesach, durante la cual se imponen medidas de seguridad que impiden trasladarse de un lugar a otro”.
“Por supuesto que el mayor descuerdo es el muro y los numerosos problemas que ha traído”, afirmó.
El muro separa efectivamente los territorios palestinos de los israelíes, haciendo el viaje entre los dos muy difícil. La separación de familias, cristianas y musulmanas, por el muro y la política israelí, tiene efectos devastadores.
Hay aproximadamente 200 familias cristianas separadas actualmente, cuyos miembros viven divididos entre la Franja Occidental y Jerusalén.
“Este tipo de proyectos, como el muro, alimentan los sentimientos anti-israelíes tanto en Israel como en Palestina y minan los esfuerzos por la paz”, dijo. “Los cristianos árabes sufren tanto en Palestina como en Israel por ser minoría”.
Otras dificultades incluyen a los cristianos que han perdido tierras por la construcción de la barrera de seguridad israelí y por la expansión de los asentamientos. En 2012, por ejemplo, 3000 acres fueron confiscadas a 59 familias cristianas en Beit Jala para continuar la expansión del asentamiento de Gilo y el muro de separación.
“Tanto israelíes como palestinos tienen trabajo que hacer para proteger las minorías religiosas, sobre todo los cristianos”, afirmó el Patriarca.
“Cansados, puede ser, pero no sin esperanza”, remarcó.