El 22 de noviembre 28 personas han sido asesinadas a sangre fría por milicianos somalíes Shabaab, que han seleccionado a las victimas en base a la pertenencia religiosa, asesinando a aquellos que no eran capaces de recitar un verso del Corán.
Lo informó hoy la agencia de noticias Fides, precisando que han recibido noticas de la intensificación de las medidas de seguridad para las iglesias cristianas de la zona, donde se ha extendido el temor entre los fieles, de ir a los servicios religiosos del domingo.
La policía ha intensificado por ello las medidas de seguridad en el Condado de Mandera (al norte de Kenya y en la frontera con Somalia).
Delante de cada edificio de culto cristiano, hay tres agentes de guardia en lugar de dos, para garantizar una mayor seguridad, indicaron.
El bárbaro asesinato de gente inocente está teniendo gran impacto social, ya que entre estas personas había 7 maestros, además de médicos y policías. Todas ellas personas profesionales y valiosas, de las que se sentirá la falta en la ciudad de Mandera donde trabajaban.
En respuesta al asalto en el autobús, las autoridades keniatas han afirmado haber llevado a cabo una serie de operaciones militares contra Shabaab en Somalia, en la que han muerto 100 milicianos, una afirmación que ha negado el portavoz de los extremistas somalíes.