Organizada por la Conferencia Episcopal Española a través de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, por la Acción Católica General, por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), por Justicia y Paz y por la Fundación Pablo VI se realizó el fin de semana pasado el II Seminario Testigos de ayer, estímulos para el laicado de hoy.
El secretario de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, Mons. Antonio Cartagena consideró que en torno a la celebración del Concilio Vaticano II, concurrieron en España una serie de figuras eclesiales que vinieron a renovar la vocación laical y su compromiso social.
El seminario, en su segunda edición, pretendió acercarse a tres de ellas: D. Joaquín Ruiz Giménez, el sacerdote Tomás Malagón y la señora Mary Salas. Los objetivos del seminario fueron situar a estos testigos en su contexto social y eclesial, presentar sus rasgos personales y carismáticos más definitorios y señalar aquellas claves que contribuyeron a impulsar un laicado más comprometido con los avatares de su tiempo y además extraer de esos testigos de la fe, aquellas luces que puedan renovar e impulsar la vocación de los laicos, haciéndoles capaces de responder a los retos que presenta hoy nuestro mundo.
El Seminario fue inaugurado por el obispo de Ciudad Real y presidente. de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Mons. Antonio Algora, quien se congratuló por los nuevos aires que circulan y dentro de los cuales se pueden afirmar los errores del sistema actual.
El Prof. José Andrés Gallego dictó la ponencia inicial denominada «Contexto social y eclesial de la España del Tercer Cuarto del siglo XX. Contexto histórico de tres vidas: María Salas, Malagón y Ruiz Jiménez».
La Profesora de la Universidad Pontificia de la Salamanca, María Teresa Compte Grau habló sobre «El encuentro razón de ser de la vida de Joaquín Ruiz-Giménez. Para la expositora Ruiz-Giménez «contribuyó, con su vida y con su obra, a edificar en España y para España un clima espiritual de diálogo capaz de engendrar relaciones de convivencia en torno a los valores de libertad, dignidad y derechos básicos de la persona. Su objetivo fue la superación de los odios fratricidas que animaron la Guerra Civil y que adquirieron forma de exclusión entre vencedores y vencidos durante el franquismo. Y lo consiguió. El éxito político de Ruiz-Giménez no puede medirse en términos cuantitativos, ni reducirse al éxito electoral de unas siglas políticas, sino a los frutos que su pensamiento haya producido en quienes se alimentaron de su talante e ideas. Nadie puede negar que cuando se abrieron de su talante e ideas. Nadie puede negar que cuando se abrieron las Cortes en 1977 un nutrido grupo de los que allí estaban eran «amigos de Cuadernos». Sin lugar a dudas esa fue su mayor y más grande contribución».
D. Alfonso Fernández Casamayor, antiguo vicario general de Málaga expuso la vida y obra de D. Tomás Malagón. «Siempre quiso un diálogo entre Cristianismo y Cultura. Fue un hombre impactado por el testimonio vital de Guillermo Rovirosa. Malagón fue un gran sacerdote y ejemplo para los sacerdotes, que sabía la obligación que tenía que servir al laicado. Hay testigos de la Fe que no coinciden en sus planteamientos. Y en eso hay una riqueza de la Fe. Tuvo una Eclesialidad a prueba de bombas. Y por fidelidad a Cristo sirvió a la clase obrera».
«Hay demasiados laicos bautizados sin identificación con Cristo» afirmó tajantemente Fernández Casamayor quien agregó que «Malagón nunca cayó en la tentación del secularismo. Malagón fue anunciador con su vida del Concilio Vaticano II. Pero desde el 65 hasta su muerte es llamado carca por ser fiel al Concilio. Para él la Acción Católica era la Iglesia consciente de si misma».
La ex presidente de Manos Unidas, Carmina de Miguel intervino en el seminario de estudio comentando la figura de Dña. Mary Salas. La ha presentado D. Rafael Serrano Castro, secretario general de Manos Unidas. «Hay que seguir adelante, trabajar mucho y no desanimarse» ha expresado Carmina recordando las dificultades que enfrentó Mary, que fue “una mujer valiente, comprometida con la Iglesia, servicial, piadosa y decidid”.
El Prof. Eloy Bueno de la Fuente dictó la primera ponencia de la tarde en el segundo día deI seminario. Para el Catedrático de Burgos «es peligroso contraponer los varios Papas. Cada uno de ellos ha hecho una contribución a la interpretación del Vaticano II. S. Juan Pablo II insistió en los nuevos areópagos culturales y en las fronteras de la historia que reclaman una nueva acción misionera. Benedicto XVI insiste en sanar la razón humana en medio de la revolución antropológica. Y el Papa Francisco insiste en el gusto de ser pueblo superando la auto-referencialidad». Seis son las coordenadas de la vocación laical ante el futuro, según el sacerdote Eloy Bueno de la Fuente :
1. – La búsqueda permanente de una eclesiología de comunión afectiva y efectiva.
2.- El equilibrio entre un realismo en el diagnóstico con discernimiento evangélico y una autonomía laical desde la identidad cristiana y eclesial.
3.- Superación de los diversos rostros de clericalismo.
4.- El testimonio laical desde el primer anuncio, entendido como verificación eclesiológica
5.- La importancia y la potenciación del asociacionismo vivido en comunión.
6.- La Pastoral de la inteligencia que se hace cultura.
El politólogo vasco Carlos García de Andoín comentó en la última el compromiso con ideologías de Ruiz-Giménez, Mary Salas y D. Tomás Malagón. «La Fe cristiana lleva al compromiso por encima de la idea» según García de Andoín quien añadió que: «es necesario menos quejas, menos lamentos. Lo que los católicos deberíamos preguntarnos es ¿qué es lo que nos toca hacer a cada uno de nosotros?«. Y para el politólogo «hoy en España hace falta más pensamiento católico».
