Un dato curioso, relevado en una encuesta que se acaba de publicar en Argentina: disminuye el número de las personas que declaran que creen en Dios, mientras aumenta el de las que se profesan católicas. La Universidad Católica Argentina registra la singular paradoja en el informe periódico sobre la situación religiosa del país, que esta vez concentra la atención en “Los argentinos y la familia”.
El muestrario que se ha estudiado es notable, nada menos que 5.700 núcleos habitacionales a fines de 2013. El resultado muestra que en dos años, de 2011 a 2013, ha aumentado un 4 por ciento el número de personas que no creen en Dios, pero en el mismo período ha aumentado también un 13 por ciento el de aquellas que se identifican como católicas.
El porcentaje de los neocatólicos, notable, considerando el corto período de tiempo estudiado, se explica, “aunque merece ulteriores profundizaciones en futuros trabajos por la elección de Bergoglio en marzo de 2013 y el furor que suscitó en su país de origen».
Sobre el resto, pocas sorpresas: entre los católicos que van a misa por lo menos una vez por semana, que la encuesta califica como “comprometidos”, dos de cada diez son favorables a una ley que permita el aborto y uno de cada diez considera que la noción de matrimonio debe ampliarse también a las parejas del mismo sexo.