Los obispos argentinos, por primera vez en la historia de esta nación, han pedido públicamente noticias sobre los niños desaparecidos durante la última dictadura. Lo han hecho a través de un vídeo en el que el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo –arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz- junto con dos Abuelas de Plaza de Mayo, pide que quien tenga información al respecto, la dé a las autoridades. El objetivo de la campaña, dicen desde la organización de Abuelas de Plaza de Mayo, es “instar a quienes tengan datos sobre posibles hijos de desaparecidos a que brinden los datos”.
En el spot, se escucha al arzobispo, que en nombre de todos los prelados, indica que “nos sentimos comprometidos a fin de seguir buscando la verdad con la certeza de que ella nos hará libres”. Y añade: “exhortamos a quienes tengan datos sobre el paradero de niños robados, o conozcan lugares de sepultura clandestina, que se reconozcan moralmente obligados a acudir las autoridades pertinentes».
El pasado mes de Agosto, el santo padre Francisco escribió a la presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, para manifestarle su cercanía tras encontrar a su nieto, Guido Montoya Carlotto, nacido en cautiverio, tras de 36 años de búsqueda. Además, Estela de Carlotto, junto con otras Abuelas, había tenido ocasión de saludar al Santo Padre en el mes de abril, al finalizar la audiencia general de los miércoles en la plaza de San Pedro. Aquel día le entregaron una carta explicando lo que necesitaban. Él les dijo: ‘cuenten conmigo, estoy a disposición’.
En la página web de Abuelas de Plaza de Mayo indican que “el 24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas usurparon el gobierno constitucional en la República Argentina por medio de un golpe de estado. Desde ese momento, el régimen militar, que se autodenominó «Proceso de Reorganización Nacional», llevó adelante una política de terror. La «desaparición», forma predominante a través de la cual ejerció la represión política, afectó a 30.000 personas de todas las edades y condiciones sociales que fueron sometidas a la privación de su libertad y a la tortura, y entre ellas a centenares de criaturas secuestradas con sus padres o nacidas en los centros clandestinos de detención a donde fueron conducidas las jóvenes embarazadas”.
Además, explican que la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo son una organización no-gubernamental que tiene como finalidad localizar y restituir a sus legítimas familias todos los niños secuestrados desaparecidos por la represión política, y crear las condiciones para que nunca más se repita tan terrible violación de los derechos de los niños, exigiendo castigo a todos los responsables. Durante estos años de “dramática búsqueda sin pausas logramos localizar a 115 niños desaparecidos”.