Radio Vaticano ha entrevistado este miércoles al padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, sobre los trabajos del Sínodo, el modo en el que lo ha vivido el papa Francisco y la gestión de la comunicación durante la Asamblea sinodal.
En declaraciones al periodista Alessandro Gisotti, el padre Lombardi ha reconocido que ha vivido «una experiencia realmente muy particular y muy diferente a la de los Sínodos anteriores», porque esta vez «no se ha tratado de un Sínodo cerrado en sí mismo, un episodio concluido, sino de un momento para un largo y minucioso discernimiento de la Iglesia como comunidad en camino». El sacerdote jesuita ha explicado también que «el Papa ha elegido precisamente este itinerario complejo porque aquí se trataba de abordar unos temas muy difíciles, muy apasionantes, relacionados con la vida, con la experiencia comunitaria de la Iglesia en toda su plenitud».
En este Sínodo, ha proseguido, «el Papa ha seguido una línea muy precisa, que había previsto, y que ha consistido en intervenir con la homilía de apertura, en la Misa inaugural, y en la primera Congregación, y luego escuchar». El Santo Padre ha querido escuchar todo el tiempo, sin intervenir personalmente, «precisamente para dejar espacio a la libertad de expresión». «Esto ha sido muy apreciado y se ha reflejado realmente en la dinámica del Sínodo», ha asegurado.
Para el portavoz vaticano, el tema del discernimiento espiritual, que el Pontífice ha tratado con profundidad en su último discurso a la Asamblea sinodal, ha sido «extremadamente importante también para la continuación del proceso del Sínodo». En su opinión, «esta es la verdadera clave para la comprensión de todo el proceso del Sínodo, y el Papa, que es un hombre de fe, vive en esta perspectiva, y en esta clave». Por este motivo, ha indicado, «podemos confiar en que el Sínodo llegará, en todo su camino, a una meta positiva para la Iglesia».
Preguntado por su visión del Sínodo en términos de comunicación, el padre Lombardi ha destacado el «nivel de transparencia» y la «intensidad» comunicativa. «Esto se requería un poco, debido al grandísimo interés con el que era seguido». «Naturalmente, la comunicación y los ecos en la prensa en general son a veces un poco desequilibrados, tal vez se concentran sólo en ciertos temas. Y en este caso, obviamente, fueron los temas de la comunión a los divorciados vueltos a casar y la homosexualidad, que eran siempre amplificados incluso más de lo que era la totalidad del Sínodo».
Por último, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha subrayado que «no se trata de evaluar el Sínodo desde el punto de vista de los bandos, desde el punto de vista del gobierno de la Iglesia por parte del Papa, como un problema humano de caracter estratégico, sino que hay que entender que el Papa ha deseado que la Iglesia se pusiera en camino». Y la Iglesia, ha concluido el padre Lombardi, «se ha puesto realmente en camino en busca de la voluntad de Dios, a la luz del Evangelio y a la luz de la fe, para encontrar respuestas a las preguntas más acuciantes sobre la familia y en cierto sentido también sobre la antropología, sobre la condición del hombre y la mujer en el mundo de hoy».