(zenit – 24 nov. 2020)-. El Papa Francisco ha reconocido el martirio de 127 sacerdotes, religiosos y laicos y las virtudes heroicas del padre Andrés Manjón Manjón, fundador de las Escuelas del Ave María, fallecido el 10 de julio de 1923, todos ellos españoles.
De este modo, serán beatificados los siervos de Dios Juan Elías Medina, sacerdote diocesano, y 127 compañeros, asesinados por odio a la fe durante la guerra civil española (1936-1939) en la persecución religiosa en la diócesis de Córdoba.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que el Santo Padre se reunió con monseñor Marcelo Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y aprobó ocho decretos. En total se han reconocido un milagro, 127 martirios y seis virtudes heroicas.
Causa por martirio
Una causa de santidad introducida por motivo de martirio se centra en el momento de la muerte del siervo de Dios, pues se trata de demostrar que murió por odio a la fe.
Si la causa de beatificación se sigue por la vía de martirio, no se procede a la declaración de venerable. El reconocimiento del martirio abre el camino para la beatificación de ese siervo de Dios. Un milagro, posterior a la proclamación de beato, solo será necesario para la eventual canonización.
Virtudes heroicas
El reconocimiento de las virtudes heroicas de una persona otorga el título de venerable. Esta condición ratifica que un fallecido vivió las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), las cardinales (fortaleza, prudencia, templanza y justicia) y todas las demás virtudes de manera heroica, es decir, extraordinaria.
Ser venerable consiste en el primer paso en el proceso oficial de la causa de los santos, antes de ser proclamado beato y santo. Los criterios por los que se consideraba “santa” a una persona son: Su reputación entre la gente (“fama de santidad”); el ejemplo de su vida como modelo de virtud heroica; y su poder de obrar milagros, en especial aquellos producidos póstumamente sobre las tumbas o a través de las reliquias.
Decretos
El Pontífice ha autorizado a la Congregación para las Causas de los Santos la promulgación de los decretos concernientes a:
– el milagro, atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios Mario Ciceri, sacerdote diocesano; nacido el 1 de septiembre de 1900 en Veduggio, Italia, y fallecido en Brentana di Sulbiate el 4 de abril de 1945.
– el martirio de los siervos de Dios Juan Elías Medina, sacerdote diocesano, y 126 compañeros, sacerdotes, religiosos y laicos; asesinados, por odio a la fe, en España, entre 1936 y 1939.
– las virtudes heroicas del siervo de Dios Fortunato Maria Farina, arzobispo titular de Adrianopolis de Onoriade, antiguo obispo de Troya y Foggia; nacido el 8 de marzo de 1881 en Baronissi, Italia, y fallecido en Foggia el 20 de febrero de 1954.
– las virtudes heroicas del siervo de Dios Andrés Manjón y Manjón, sacerdote, fundador de las Escuelas del Ave María; nacido el 30 de noviembre de 1846 en Sargentes de Lora, España, y fallecido en Granada el 10 de julio de 1923.
– las virtudes heroicas del siervo de Dios Alfonso Ugolini, sacerdote diocesano; nacido el 22 de agosto de 1908 en Thionville, Francia, y fallecido en Sassuolo, Italia, el 25 de octubre de 1999.
– las virtudes heroicas de la sierva de Dios Maria Francesca Ticchi (en el siglo, Clementina Adelaide Cesira), monja profesa de las Clarisas Capuchinas; nacida el 23 de abril de 1887 en Belforte all’Isauro, Italia, y fallecida en Mercatello sul Metauro el 20 de junio de 1922.
– las virtudes heroicas de la sierva de Dios Maria Carola Cecchin (en el siglo, Fiorina), religiosa profesa de la Congregación de las Hermanas de San José Benedicto Cottolengo; nacida el 3 de abril de 1877 en Cittadella, Italia, y fallecida en el barco de vapor cuando regresaba de Kenia a Italia el 13 de noviembre de 1925.
– las virtudes heroicas de la sierva de Dios María Francesca Giannetto (en el siglo, Carmela), religiosa profesa de la Congregación de las Hijas de María Inmaculada; nacida el 30 de abril de 1902 en Camaro Superiore, Italia, y fallecida allí el 16 de febrero de 1930.