Por: Joachin Meines Hertz
Que algo va mejor con la agilidad con que se tratan los casos de abusos, y también con su transparencia, es un ejemplo el caso reciente de dos obispos polacos. En poco menos de dos semanas (finales de mayo e inicios de junio de 2021) la Santa Sede reaccionó con comunicados sobre la misma materia, sobre dos obispos polacos, pero con sentencias diferentes.
El 28 de mayo la arquidiócesis de Cracovia publicó la decisión del Papa sobre el caso de Mons. Tadeusz Rakoczy, obispo emérito de Bielsko – Żywiec, acusado de negligencia en casos de abusos de algunos de sus sacerdotes: “Actuando sobre la base de las disposiciones del Código de Derecho Canónico y el Motu proprio del Papa Francisco ‘Vos estis lux mundi’, la Santa Sede, tras informes formales, ha llevado a cabo procedimientos sobre la presunta negligencia del obispo Tadeusz Rakoczy, en el casos de abusos sexuales cometidos por algunos sacerdotes a menores. Una vez finalizada la investigación, la Santa Sede tomó las siguientes decisiones en su contra:
– no participación en celebraciones o reuniones públicas;
– la obligación de llevar una vida con espíritu de penitencia y oración;
– prohibición de participar en las reuniones plenarias de la Conferencia Episcopal de Polonia;
– pago de una suma adecuada de fondos privados a la Fundación San José creada por la Conferencia Episcopal Polaca, destinada a la prevención y asistencia a las víctimas de abusos».
En una dirección no menos ágil y no menos necesaria por cuanto a transparencia se refiere fue el caso del también obispo polaco Stanisław Gądecki, acusado falsamente de negligencia. Al respecto la Nunciatura comunicó el 8 de junio de 2021:
“Actuando sobre la base de las disposiciones del Código de Derecho Canónico y el Motu proprio del Papa Francisco Vos estis lux mundi, la Santa Sede, tras recibir notificaciones formales, ha llevado a cabo una investigación sobre las presuntas omisiones del arzobispo Stanisław Gądecki en casos de abuso sexual cometido en menores por un sacerdote de la arquidiócesis de Poznań y un sacerdote de la diócesis de Bielsko-Żywiec. Tras un cuidadoso análisis de la documentación recabada, la Santa Sede consideró infundadas las acusaciones anteriores, por lo que se rechazan las denuncias en estos casos y se da por cerrado el proceso”.
Dos casos con resultados diferentes para los protagonistas. Dos casos que reflejan no sólo transparencia sino también los avances en cuanto a aplicación de legislación en la materia, ejecución expedita de la justicia y, en uno de los dos casos, también limpieza en la reputación de un implicado, hecho pocas veces practicado en medios que linchan mediáticamente eclesiásticos que tras salir absueltos son olvidados por quienes les exhibieron y señalaron.