A las 10,30 de la mañana el santo padre Francisco celebró la santa misa en el ex estadio Romagnoli de Campobasso, ante miles de fieles de la diócesis de Molise, en la que el Papa realiza su visita apostólica.
En su homilía el Santo Padre recordó que así como María partió con solicitud para acudir a Santa Isabel, «estamos todos llamados al servicio de la caridad en las realidades cotidianas, en la familia, en la parroquia, en el trabajo, con los vecinos… Es la caridad de todos los días, es la caridad ordinaria”.
Porque la Iglesia siempre está “en primera fila” con su presencia fraterna que comparte la fragilidad de la gente”. Así la comunidad cristiana “intenta infundir en la sociedad ese ‘suplemento espiritual’ que permite mirar más allá y tener esperanza”. Por esto, el Pontífice les animó a los fieles a “proseguir en este camino, sirviendo a Dios en los hermanos y difundiendo por todas partes la cultura de la solidaridad”.
Porque recordó, este empeño es necesario especialmente delante de las situaciones de precariedad material y espiritual, “particularmente delante del desempleo. Una herida que pide el esfuerzo y coraje por parte de todos”. Y que interroga particularmente» a las instituciones y al mundo empresarial y financiero».
“Es necesario poner la dignidad de la persona humana en el centro de cada perspectiva y de cada acción. Los otros intereses, mismo que legítimos, son secundarios”, dijo.
Tras recordar que Dios libera a su pueblo, sobre todo del pecado y del egoísmo en todas sus formas, precisó que “esta es la libertad que con la gracia de Dios sentimos en la comunidad cristiana, cuando nos ponemos al servicio los unos de los otros”. Y esto nos libera «de ambiciones y rivalidades, que amenazan la unidad y la comunión, nos libera de la desconfianza y de la tristeza».
Advirtió que “en nuestras comunidades de hecho no faltan actitudes negativas, que vuelven a las personas autorreferenciales, preocupadas más de defenderse que de darse a los otros. Pero Cristo nos libera de este gris existencial”.
El Santo padre concluyó su homilía, deseando que la Virgen Santa, que en Molise se venera con el título de“Madonna della Libera” (Virgen de la libertad), “les obtenga la alegría de servir al Señor y de caminar en la libertad de Én nos ha dado”. Y a ser una Iglesia materna que acoge a todos, los enfermos, ancianos, jóvenes.