Por: Rebecca Oas
(ZENIT Noticias – Center for Family and Human Right / Washington, 22.10.2022).- La Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) ha lanzado recientemente un curso en línea sobre el uso de píldoras abortivas. El curso se basa en las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud y en colaboración con un sitio web que promueve el aborto con medicamentos incluso donde es ilegal.
El curso de la IPPF se lanzó en el sitio web HowToUseAbortionPill.org, dirigido por «personas dedicadas» anónimas y afiliadas a una organización sin ánimo de lucro no identificada con sede en Estados Unidos. HowToUseAbortionPill.org demuestra el desprecio de sus propietarios por las leyes nacionales al aconsejar a las mujeres que se deshagan de «cualquier cosa reconocible» si viven en un país donde el aborto es ilegal o está restringido.
El sitio no sólo mantiene en secreto su propiedad, sino que fomenta una actividad farmacológica potencialmente peligrosa e ilegal, y alega la credibilidad de la Organización Mundial de la Salud, citando las orientaciones de la OMS sobre el aborto extremo. El curso también ha recibido el respaldo de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, que desde hace tiempo está a favor del aborto.
La propia Organización Mundial de la Salud ha señalado su desprecio por las leyes de los países soberanos en una guía de «autocuidado» que insta al uso del aborto autogestionado con píldoras en lugares donde es ilegal o está restringido.
La IPPF es uno de los principales proveedores de servicios de aborto a nivel mundial. Además de proporcionar servicios como anticonceptivos y abortos, presiona a los gobiernos para que liberalicen sus leyes sobre el aborto y se atribuye el mérito de «abogar con éxito por el registro en los países de los medicamentos para el aborto y por su inclusión en las listas nacionales de medicamentos esenciales».
La Organización Mundial de la Salud mantiene una lista mundial de medicamentos esenciales, y ha sido presionada repetidamente por las organizaciones abortistas para que incluya los medicamentos abortivos en la lista. El fármaco mifepristona, también conocido como RU 486, fue trasladado a la lista de medicamentos esenciales «básicos» en 2019, al tiempo que se eliminó una advertencia que decía que debía utilizarse con una estrecha supervisión médica.
Esto garantiza la disponibilidad generalizada de fármacos abortivos, de modo que, aunque el aborto se restrinja a casos limitados, los proveedores ilegales o las propias mujeres puedan obtenerlos y utilizarlos.
El curso en línea señala más de una vez que si una mujer experimenta complicaciones por un aborto autoinducido, no necesita decirle a un proveedor de atención médica que usó los medicamentos porque los síntomas son los mismos que los de un aborto espontáneo. Los vendedores de píldoras abortivas ilegales en línea, como Women on Web, también disuaden a las mujeres de dar a los proveedores de servicios médicos información completa sobre el origen de sus complicaciones.
Además de ocultar a los proveedores de abortos del mercado negro de las consecuencias legales, esto complica la capacidad de los investigadores para rastrear los riesgos y complicaciones del aborto con medicamentos en todo el mundo.
Un país con fuertes leyes provida es Nigeria, que restringe el aborto a menos que la vida de la madre esté en peligro. Una portavoz de la filial nigeriana de Planned Parenthood dio la bienvenida al curso en línea, aunque insistió en que su organización «no se saldría de lo que la ley nigeriana nos permite hacer».
El director de país de la filial nigeriana de MSI Reproductive Choices -otro de los principales proveedores de servicios de aborto a nivel mundial- se refirió igualmente al uso de la información del curso «en entornos legales», al tiempo que mencionó que su organización «comercializa socialmente» los medicamentos abortivos.
MSI, antes Marie Stopes International, ha sido acusada de realizar abortos ilegales en Kenia y Zambia.
Sin embargo, el director nigeriano de MSI tenía una queja sobre el curso: se refería a los espectadores a productos comercializados por otras organizaciones, mientras que las marcas específicas vendidas por MSI no aparecían.
Traducción del original en inglés realizada por el director editorial de ZENIT.