Ahora bien, la directora de Cáritas, Núria Gispert, advirtió a la administración que ésta debe ser «la última vez» en que su organización asuma un proceso de alojamiento de inmigrantes, pues Barcelona debe contar con «una estructura estable para acoger a los inmigrantes desde el momento en que llegan».
Cáritas, por encargo de la Generalitat catalana y de los ayuntamientos de Barcelona y Cornellà, en colaboración con la asociación marroquí Ibn Batuta, ha entrevistado a 370 de los participantes en los encierros, que acabaron la pasada semana, y que han declarado que carecen de domicilio.
Cáritas ha encontrado alojamiento en albergues y pensiones para 219. El resto de los inmigrantes entrevistados han preferido continuar en el alojamiento provisional de que disponen ahora –normalmente casas de amigos–.
No obstante, los responsables de Cáritas consideran preferible que estos inmigrantes dispongan de un alojamiento individual y no tengan que dormir en albergues, por lo que Núria Gispert apeló a los ciudadanos a acoger a algunos de los inmigrantes sin papeles en sus casas, según informa la agencia EFE.