(ZENIT Noticias / Michigan, 18.12.2023).- La Gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, firmó la nueva ley que elimina las restricciones al aborto, permitiéndolo incluso cuando el niño podría sobrevivir tras el parto. La ley es conocida como “Ley de aborto extremo”. También desregula las medidas de seguridad en las clínicas de abortos, sujetas hasta ahora a normas estrictas de salud y seguridad.
Es importante recordar que los electores de Michigan, California y Vermont, aprobaron en las elecciones de primavera una norma que establece la libertad reproductiva como un derecho constitucional, prohibiendo que el aborto sea inaplicable en todos los casos, que ya derogó la ley Roe contra Roe el Tribunal Supremo de Estados Unidos.
La norma firmada por la Gobernadora invalida una ley estatal de 1931 de Michigan, que prohibía el aborto sin excepción, como en casos de violación o incesto. Esta medida impide que el “derecho” al aborto sea revocado.
Barb Listing, presidenta de Right to life or Michigan, destacó la importancia de mantener las normas básicas de salud y seguridad en las clínicas de abortos, que fueron apoyadas por el 95% de los votantes de Michigan, pues descuidarlas crea daños éticos y peligros para la salud y seguridad de mujeres y niños, incluidos los no nacidos. La nueva ley concede que un niño puede ser abortado mientras se encuentre en el vientre de su madre en cualquier momento y sin atender razón médica o psicológica que afecte a la madre.
La Directora de Asuntos Estatales de SBA Pro-Life America, Sue Liebel, expresó que es la ley con menos compasión en la historia del Estado: facilita la muerte atroz del bebé a punto de nacer y sin cuidar la experiencia traumática para la madre.
Hay marcada tendencia en algunos Estados de la Unión por desregular y suprimir medidas de seguridad en la práctica del aborto, cuando evitar riesgos para la salud de la madre ha sido un argumento básico de los abortistas. La rebaja de normas de seguridad para las madres manifiesta la defensa irracional del aborto, un paso atrás en la protección de los más vulnerables y un ataque a los valores éticos fundamentales.
El cambio en la política de Michigan sobre el aborto impacta en el debate nacional sobre el derecho a nacer, como atentado contra los principios de la vida y la dignidad humana.
Barb Listing abrió un resquicio de esperanza con la llamada a la unión y defensa de la vida: si los padres luchan por los derechos de mantener el consentimiento de los progenitores para no dejar solas a las madres ante un embarazo, disminuirá la presión sobre las mujeres embarazadas de no recurrir al aborto y aumentará la posibilidad de vida para los bebés.