(ZENIT Noticias/ Erbil, 01.23.2024).- – Los padres cristianos iraquíes han expresado su gran alegría por la apertura de una guardería católica en Erbil, lo que ha despertado nuevas esperanzas para la supervivencia de la Iglesia en un país donde los fieles han soportado tanto sufrimiento.
La nueva guardería se creó como una extensión de la escuela Mar Qardakh en la región autónoma del Kurdistán, en el norte de Irak, con el apoyo de la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), que contribuyó con 250.000 euros al proyecto.
Erbil se convirtió en el hogar de más de 125.000 cristianos que huían de la persecución de Daesh (ISIS) después de que los extremistas se apoderaran de las llanuras de Nínive en 2014.
Las admisiones a la escuela Mar Qardakh –inaugurada por la Arquidiócesis Católica Caldea de Erbil en 2011– han ido en aumento, con una demanda cada vez mayor de un nuevo edificio a medida que ha aumentado el número de niños en edad de jardín de infantes.
La creación del jardín de infancia liberará espacio en el edificio original de la escuela, lo que permitirá a la institución acoger a más alumnos de primaria y secundaria.
La construcción de la guardería fue “un sueño hecho realidad”, según Farah, madre de una niña de cinco años. Luma, otra madre con un hijo de cuatro años, dijo: “La alegría y el alivio que esto ha traído a nuestra comunidad es enorme. Es evidente en los pasos ansiosos de mi hijo y otros que corren hacia el jardín de infantes con verdadera alegría”.
Las dificultades económicas y el alto desempleo han estado afligiendo a los cristianos de Irak, y la educación es clave para permitirles permanecer en su tierra ancestral, ayudándoles a adquirir habilidades que puedan conducirles a un empleo estable.
En un país donde la minoría cristiana enfrenta una discriminación frecuente y a menudo es tratada como ciudadanos de segunda clase, muchos padres desean enviar a sus hijos a una escuela con valores católicos.
La escuela Mar Qardakh enseña a los alumnos a vivir una vida centrada en Cristo, equipándolos para difundir la Palabra de Dios y criar a sus futuros hijos en la fe.
Luma dijo: “Es maravilloso presenciar a los dedicados maestros, cuyos rostros se iluminan cuando reciben a mi hijo y a otros niños. Sé que se asegurarán de que el viaje de mi hijo en el jardín de infantes esté lleno de alegría, aprendizaje y amor. ¡Gracias Ayuda a la Iglesia Necesitada!”