La dignidad del trabajo, en particular de los trabajadores más indefensos y la preocupación por las víctimas de la trata de seres humanos ha sido el argumento central del encuentro que ayer tuvieron el papa Francisco y el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder.
El número uno de la OIT ha contado en Radio Vaticana algunos detalles de la conversación que mantuvo con Francisco:»hemos afrontado muchas de las cuestiones sobre las cuales la Iglesia y la Organización internacional del trabajo comparten la misma preocupación». Asimismo explica que «nosotros trabajamos mucho por la promoción de un trabajo digno y el papa Francisco ha hablado de la importancia que la Iglesia y él personalmente atribuyen a este aspecto y a los desafíos para afrontar en el mundo actual».
De forma particular, cuenta Ryder, «el papa ha expresado preocupación por el tráfico de seres humanos y la situación de los inmigrantes que trabajan en Lampedusa». El director general del Ilo señala que hay una idea expresada por el papa Francisco que ha resonado mucho en su organización: «el peligro de la globalización de la indiferencia».
También hablaron durante el encuentro de la preocupación común sobre la tendencia actual de la economía mundial, que no siempre es favorable a los más débiles, «esta tendencia debe ser corregida», afirma Ryder en la entrevista.
Otro problema que ha discutido con el santo padre, – por el que Francisco ha mostrado su preocupación profunda – es el crecimiento del tráfico de seres humanos, «es decir, el cruce de personas a través de las fronteras o dentro del país ya sea para explotación con fines laborales o con fines sexuales».
(RED/RL)