Este domingo 28 con una misa en la basílica pontificia de San Pablo inicia en Roma una cumbre interreligiosa organizada por la Comunidad de San Egidio.
Con el título “El coraje de la esperanza, religiones y cultura e diálogo” este Encuentro Internacional por la Paz, de tres días, constará de unas 32 paneles o mesas redondas en los que cardenales, obispos, religiosos, imanes, rabinos, líderes de diversas religiones, políticos y estudiosos hablarán sobre el tema. En encuentro concluirá en la plaza del ‘Campidoglio’, sede del municipio de Roma, con una procesión de paz y la firma de un llamado: “Appello di Pace 2013”
ZENIT entrevistó al subsecretario de Exteriores de Italia, Mario Giro, quien dio algunas pautas importantes sobre este evento.
Ministro, ¿por qué ha tomado tanta importancia esta cumbre interreligiosa por la paz?
–Ministro Giro: Es importante justamente en este momento debido a la guerra que hay en Siria, porque las religiones tienen que dar su contribución a la creación de oportunidades de paz, y no se deben dejar arrastrar e instrumentalizar en la guerra. No existe guerra santa solamente la paz es santa. Es importante que las religiones entre ellas se refuercen para que no sean manipuladas y para puedan dar una contribución positiva.
El cardenal Peter Turkson dijo ayer que es Siria no había sólo una guerra civil que bastaba encontrar una solución política, sino que también había un factor religioso que era necesario tomar en cuenta
–Ministro Giro: Hay un factor religioso, antes de todo dentro del islam. Hay una guerra intestina que está destruyendo Siria, entre el islam chiita y el islám sunita. Y hay también una competición que es muy fuerte. Y vemos a Egipto en el interior del mismo islam chiita. Es claro que cuando una gran religión con más de mil millones de fieles entra en crisis y está así dividida las otras religiones que le están al lado, sufran los contragolpes. Además tenemos el problema de la minorías religiosas, de los cristianos en Siria, que estamos haciendo de todo para salvar y protegerlos. Es una cuestión general que va desde Egipto hasta Pakistán, y que preocupa mucho al gobierno italiano.
El cambio del panorama internacional después de la jornada de ayuno y oración convocada por el papa Francisco, ¿es un milagro o hay algo más?
–Ministro Giro: Yo no lo creo, diría que no solamente un milagro. Es un milagro en un cierto sentido, porque el papa Francisco llama a todos a sus responsabilidades y habla al corazón de la gente. La gente no quiere la guerra y entiende e intuye que debe haber otro camino y a los políticos y responsables le pide de encontrarlo.