ROMA, lunes 6 febrero 2012 (ZENIT.org).- El cardenal Vinko Puljic, arzobispo de Sarajevo, ha denunciado recientemente el crecimiento del fundamentalismo en Bosnia-Herzegovina, ante la pasividad gubernamental.
El ascenso del islamismo radical en Bosnia-Herzegovina sigue sin respuesta de las autoridades, ha advertido el cardenal Vinko Puljic, arzobispo de Sarajevo, quien hizo notar el crecimiento del extremismo en el país durante una visita a la sede internacional de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN).
El cardenal de 66 años dijo que el creciente proceso de islamización de Bosnia-Herzegovina está siendo financiado por radicales en el Medio Oriente. «Los centros musulmanes y las mezquitas se han construido en muchos lugares con petrodólares de Arabia Saudita.», advirtió.
Durante la entrevista de AIN en Königstein, Alemania, el cardenal hizo hincapié en la propagación del wahhabismo, un movimiento de reforma islámica, que es la religión oficial de Arabia Saudita. Muchos comentaristas han vinculado el Wahhabismo a los movimientos terroristas como Al Qaeda.
El arzobispo de Sarajevo dijo que hay entre tres mil y cinco mil wahhabíes en Bosnia-Herzegovina y el grupo está tratando de ganar influencia en la sociedad. «Nadie en el gobierno tiene el coraje de hacer algo para evitar este desarrollo», advirtió el alto prelado.
Según un reciente informe de AIN sobre la opresión a los cristianos, más de cien mil jóvenes musulmanes bosnios se han encontrado con el islam wahhabí a través de organizaciones como la Juventud Islámica Activa, el Consejo de la Juventud Musulmana y Furqan.
El cardenal Puljic agregó: «En los últimos años, se han construido por lo menos setenta mezquitas nuevas solo en Sarajevo».
Según los informes, el dinero de Arabia Saudita financió la reconstrucción de la mezquita Gazi Husrev-beg de Sarajevo, que incluyó el retiro de los mosaicos interiores de conformidad con la estética wahhabí. Otra nueva mezquita, la mezquita del rey Fahd, que es el más grande lugar de culto islámico del país, fue descrito por un informe como un imán para los fundamentalistas musulmanes.
Mientras que las mezquitas están siendo construidas o reparadas, el cardenal Puljic señaló que la aprobación para la construcción de iglesias puede demorarse años, y las propiedades de la Iglesia confiscadas bajo el comunismo aún no ha sido devueltas. Dijo que el Gobierno «no tiene ningún interés en devolverle a la Iglesia católica sus bienes», mientras que en la mayoría de los casos, los bienes de los musulmanes han sido devueltos.
El arzobispo de Sarajevo continuó diciendo que «los católicos son sistemáticamente desfavorecidos» y exigió la igualdad de trato para los católicos en el empleo, la educación y otras esferas de la vida.
A pesar de estos problemas, el cardenal aseguró que la Iglesia católica busca una mayor cooperación entre los diferentes grupos étnicos y religiosos. «Somos una minoría, pero somos una fuerza constructiva que quiere hacer una contribución al éxito de la sociedad», puntualizó.
La hermana Ivanka Mihaljevic, superiora provincial de las Hermanas Franciscanas de Cristo Rey en Bosnia, explica que la comunidad ha puesto en marcha un programa de tres años llamado «Extiendo mi mano para la convivencia pacífica». Bajo el programa, los católicos romanos, los musulmanes y los cristianos ortodoxos serbios trabajan juntos para promover la tolerancia, la no violencia y el respeto mutuo.
En declaraciones a AIN dijo: «Estos son pequeños pasos de paz y buena voluntad, porque queremos darle coraje a la gente».
En el país, alrededor del 40% de la población es musulmana y el 31% es ortodoxa serbia. Los católicos son el 10%. De los 820.000 católicos que vivían en Bosnia-Herzegovina antes de la guerra de los cinco años en 1992, sólo quedan 460.000 y la emigración continúa.
Traducción del inglés por José Antonio Varela V.