El santo padre se ha reunido esta mañana con los miembros del XIII Consejo Ordinario de la secretaría general del Sínodo de los Obispos. En una conversación espontánea con ellos y ha confirmado que ahora deberá salir la encíclica a ‘cuatro manos’ como dicen, que había comenzado Benedicto. «Es un documento fuerte. El trabajo grande lo ha hecho él».
Por eso, ha explicado el papa: «he pensado que el Año de la fe terminará sin un buen documento que pueda ayudarnos. He pensado esto: una exhortación sobre la evangelización. Se puede tomar todo del Sínodo pero con un marco más amplio. Me ha gustado esta idea e iré por este camino. He escrito algo, y en agosto que estaré más tranquilo y desde casa podré hacer algo e ir adelante».
El papa también ha hablado de temas como la ecología humana, la antropología y la importancia de la pastoral familiar. «Vivimos una antropología nueva: la laicidad se ha convertido en laicismo, secularización. Esto es una grave problema. Además ha añadido que «sobre el plano del encuentro con Dios vivimos un época gnóstica».
Otro tema que han tratado ha sido la sinodalidad, sobre la que el papa ha destacado la importancia que tiene, «encontrar un camino de coordinación entre sinodalidad y el obispo de Roma». Del mismo modo, ha señalado que algunos hablan de la posibilidad de que el consejo del Sínodo sea permanente hasta el próximo Sínodo. «Son sugerencias que nos llegan», ha indicado el papa.