La entrega de tan preciosa reliquia se efectuó durante la celebración de la Palabra, ante un grupo de más de doscientos peregrinos, miembros de la Cofradía de la Cruz de Caravaca, según informa la Custodia de Tierra Santa.
Caravaca de la Cruz se encuentra en noroeste de la provincia española de Murcia. Allí se venera desde el siglo XII una reliquia de la Santa Cruz, milagrosamente aparecida en la ciudad, que durante este periodo se encontraba bajo dominio musulmán.
Esta reliquia y la veneración que desde entonces ha producido han hecho de Caravaca y su Santuario una de las cinco ciudades en el mundo donde se celebra el Año Jubilar.
Este privilegio le fue concedido por el Papa Juan Pablo II en 1998, privilegio compartido con Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela y San Toribio de Liébana (también éste en España).
En 1942 el Papa Pío XII donó un fragmento del precioso leño, conservado en la iglesia de la Santa Cruz de Roma, uniendo así el santuario a la Ciudad Eterna. Este año 2006, en ocasión del 775º aniversario de la aparición de la Cruz en Caravaca, la Cofradía manifestó su deseo de unir su Santuario a la Ciudad Santa: Jerusalén.
Invitado en septiembre del pasado año al Santuario de Caravaca de la Cruz, el Custodio respondió favorablemente a la petición. Los lazos que unen la Custodia de Tierra Santa y España son antiguos.
Fue el Vicario Custodial, fray Artemio Vítores, español, el encargado de realizar la homilía en la celebración, recordando con fuerza que venerar la Santa Cruz significa adorar el Cristo Resucitado, que hizo de un leño infame, el leño de la victoria sobre la muerte.
Tras la bendición y un gesto de veneración, los peregrinos pudieron escuchar los discursos de agradecimiento por este presente que une más íntimamente aún Caravaca de la Cruz con la Tierra Santa, Jerusalén y el Santo Sepulcro, del cual los franciscanos son custodios. Tomaron la palabra: Don Manuel Fernando Guerrero Sánchez, Gran Maestre de la Cofradía, el alcalde de la ciudad, don Domingo Aranga, el Cónsul de España en Jerusalén, don José María Ferré de la Peña, Mons. Antonio Reig Plá, Obispo de la Diócesis de Murcia-Cartagena y el Custodio de Tierra Santa, quien personalmente expresó su alegría por este nuevo vínculo.
El Gran Maestre, don Manuel Fernando Guerrero Sánchez, ofreció al Custodio un cuadro representando el relicario de la Santa Cruz, en el cual reposará la reliquia de Jerusalén y la cruz de Caravaca que llevan los miembros de la Cofradía.
Con la susodicha ceremonia el peregrinaje a Tierra Santa de la Cofradía española concluyó, pero el Jubileo por el 775º aniversario continúa
[Más información en: http://www.caravacadelacruz.org].