LIMA, martes, 21 marzo 2006 (ZENIT.org).- El cuarto centenario del fallecimiento de Santo Toribio de Mogrovejo ha hecho de Lima la meta de miles de fieles: acuden a su Catedral para ganar la indulgencia plenaria que ha concedido Benedicto XVI a la archidiócesis con ocasión del Año Jubilar.
Santo Toribio de Mogrovejo, arzobispo de Lima (Perú) desde 1581 hasta su muerte en 1606 (a los 68 años de edad), fue declarado por Juan Pablo II patrono del episcopado de Latinoamérica y Caribe.
De ahí también la especial importancia de los actos culminantes –del 24 al 29 de abril en Lima– de conmemoración del santo prelado, para los cuales Benedicto XVI ha nombrado como su enviado especial al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo.
El arzobispado de Lima ha confirmado –en un comunicado enviado a Zenit– que miles de fieles, con ocasión del Jubileo, ya han acudido a la Catedral a ganar la indulgencia plenaria; y lo siguen haciendo a diario muchos limeños y fieles de otras partes del país, que visitan la capilla de Santo Toribio en la Catedral.
El Año Jubilar de Santo Toribio de Mogrovejo concluirá el próximo 27 de abril, día en que la Iglesia católica en el Perú celebra su solemnidad.
El arzobispado recuerda que, para ganar la indulgencia plenaria, es necesario cumplir debidamente las condiciones acostumbradas: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa, con la renuncia de todo afecto a cualquier pecado.
Observando estas indicaciones, podrán ganar indulgencia plenaria todos los fieles que visiten la Basílica Catedral y participen atenta y religiosamente en una celebración jubilar o en un ejercicio piadoso en honor de Santo Toribio, «o se dediquen a meditar piadosas consideraciones durante cierto tiempo» concluyendo con la oración del Padrenuestro y del Credo y una invocación a Santo Toribio.
La indulgencia plenaria es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados cometidos. Cumplidas las condiciones para lucrarla, «si un católico gana la indulgencia plenaria y muere –inmediatamente– se iría al cielo, ya que la pena por la que debía reparar después de confesarse, se borra de inmediato una vez que se lucra la indulgencia», explica el arzobispado limeño.
La evangelización, prólogo del Jubileo
La próxima solemnidad de Santo Toribio de Mogrovejo, en la celebración de los 400 años de su muerte, es la meta de una gran misión evangelizadora que lanzó el arzobispo de Lima y primado del Perú, el cardenal Juan Luis Cipriani, tres años atrás.
Fue cuando convocó a obispos, sacerdotes, religiosos y laicos de la archidiócesis a participar en la «Gran Misión Mar Adentro» –orientada a profundizar en la fe y renovar la evangelización de la capital peruana–, llevada de puerta en puerta.
Primero hubo una etapa de preparación –de octubre de 2003 a marzo de 2004– para organizar las misiones y capacitar a los misioneros; se concibió como un tiempo para volver a «contemplar el rostro de Cristo», herencia del Gran Jubileo del Año Santo 2000, a través del estudio, la reflexión y la oración.
En la Catedral de Lima, el 25 de marzo de 2004 (solemnidad de la Anunciación) se lanzó la etapa de realización –propiamente, la gran evangelización–; comenzaron igualmente las celebraciones por los 400 años de dedicación de la Catedral.
Fue el momento de ir hacia todos los hermanos para llevarles el gran anuncio del Evangelio. Se hizo también a Santo Toribio de Mogrovejo patrono de la Gran Misión.
La etapa presente –de celebración–, que culminará el próximo 27 de abril, comenzó hace un año. Se ha concebido como un tiempo eminentemente festivo y lleno de encuentros; y es que busca vivir la Iglesia como misterio de comunión.
A lo largo del año jubilar, desde las diversas parroquias limeñas, cofradías, hermandades, movimientos eclesiales y congregaciones religiosas de la archidiócesis de Lima se ha establecido un programa de visitas y peregrinaciones.
Así las diferentes delegaciones se han ido turnando cada domingo para ir a la Catedral a ganar la indulgencia, cosa que es posible hasta el próximo 27 de abril, día de finalización del Año Jubilar.
Entretanto, la archidiócesis de Lima ya ha adelantado el programa de celebraciones de los próximos días.
En la Catedral tendrá lugar el 2 de abril la Misa «por el primer aniversario del ingreso a la Patria Celestial del Papa Juan Pablo II»; acudirán autoridades civiles, religiosas, delegaciones parroquiales, hermandades y movimientos eclesiales.
Se puede consultar información adicional sobre este centenario y la vida de Santo Toribio de Mogrovejo en www.arzobispadodelima.org.