(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Leopoldo López Gil, padre de Leopoldo Mendoza, líder opositor venezolano recluido en la prisión militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas desde hace dos años, junto con Vanessa Ledesma, la hija mayor del alcalde de Caracas, Antonio Ledesma, quien está preso desde el pasado 19 de febrero de 2015, saludaron al papa Francisco al finalizar la audiencia general.
«El Papa nos dio su bendición, nos prometió oraciones por Venezuela. Nos emocionamos al sentir esa gentileza que se ve en su rostro» indicó Leopoldo López Gil. “Su mirada dijo mucho y me apretó la mano fuerte”, añadió Vanessa Ledesma que precisó: «fue un saludo breve pero como diciendo tengan confianza que todo se va a arreglar», indicaron a ZENIT
Y después de la audiencia el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, les reiteró la disposición de la Iglesia en Venezuela para sea mediadora en la crisis que atraviesa el país. “Le agradecimos al cardenal –indicó Leopoldo López Gil– por su atención al caso de Venezuela y le hemos podido explicar la otra cara de la moneda que no es la versión oficial”. Y sobre lo que el Papa le ha escrito al presidente Maduro, “el cardenal aseguró que existe la posibilidad de una mediación por parte de la Iglesia para que se comience un diálogo entre las partes y salvar la situación nacional que ya tiene aspectos de una crisis de carácter humanitario” añadió.
Leopoldo López Gil, lamentó también que el Gobierno haya bloqueado la llegada de medicinas que los venezolanos en el exterior recolectaron y enviaron a su país a través de organizaciones como Cáritas. Y aseguró: “el nivel de violencia que se ha desencadenado es enorme, con saqueos a mercados de alimentos, debido a la desesperación de la gente”.
Interrogados por qué ellos aseguran que sus parientes son presos políticos y no comunes, Leopoldo López Gil declaró que su hijo “fue juzgado después de un año y medio, en un proceso durante el cual no se le permitió presentar ninguna prueba, ni testigo, ni perito” sino que solamente “las pruebas eran presentadas por la fiscalía”. Y aseguró: “más allá de político o no, no se puede decir que hubo un juicio imparcial”.
Por su parte Vanessa Ledesma señaló que su padre “luego de un año de espera desde su arresto fue juzgado por conspirar contra la nación, por haber firmado un acuerdo público con otros líderes en el que indicaba que las políticas de gobierno no eran democráticas y en el cual dieron varias opciones para salir de la crisis de Venezuela. Por esto quieren que esté en prisión 16 años”. Le inculpan también de querer asesinar, dijo, lo que es falso y manipulado, «al punto que la ONU pidió la inmediata liberación de Ledesma”.
Por lo que se refiere a la recolección de las 200 mil firmas necesarias según la ley para solicitar que se convoque un referéndun, Leopoldo López Gil señaló como significativo que el primer día se haya recogido casi un millón de firmas, lo que abre la puerta a una segunda recolección que lleve a un referéndum popular, lo que obligaría al presidente Maduro a renunciar y al vicepresidente a convocar a elecciones.
El padre del líder opositor preso, añadió que el Gobierno ya nombró a una comisión para inspeccionar las firmas, que no es el Consejo Nacional Electoral como indicado por la ley y que dicha comisión está a cargo de un hombre de Maduro, que ha sido descalificado anteriormente.
El Papa saluda a Leopoldo López después de la Audiencia General (Foto cortesía Marinellys)
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