(ZENIT – Ciudad del Vaticano). – Un encuentro muy bonito, intenso y familiar. Así fue la visita sorpresa que el papa Francisco realizó la tarde del jueves, 12 de mayo, a la Pontificia Academia Eclesiástica. Y todo se desarrolló en un clima de sencillez y de confianza, un signo concreto de particular cercanía y atención que el sucesor de Pedro reserva a esta comunidad en la que se forman sacerdotes que ejercerán su ministerio como representación pontificia dispersos por el mundo. Así lo cuenta hoy el Osservatore Romano.
El Pontífice “quiso visitar la Academia de forma privada, pasando toda la tarde del jueves 12 de mayo con la comunidad, formada este año por 33 sacerdotes, procedentes de 14 países diferentes”.
Durante más de una hora mantuvo un diálogo abierto y espontáneo con la comunidad, en el que se afrontaron diferentes temáticas. Así, el papa Francisco no dio “un discurso oficial” sino que “quiso responder a las numerosas preguntas que le hicieron los alumnos, ofreciendo elementos de reflexión para el ministerio al que se están preparando”.
«Como si fuera un padre que visita a sus hijos”, Francisco llegó a la Academia hacia las 18.00 de la tarde y fue acogido por el presidente, el arzobispo Giampiero Gloder, por los superiores, los alumnos y las hermanas de la congregación de Marta y María, que desde hace algunos meses prestan su servicio en la comunidad.
El Santo Padre presidió la oración de las vísperas en la capilla. Después saludó personalmente a los alumnos, “deteniéndose brevemente con cada uno para conocer el nombre y la diócesis de procedencia”.
El Pontífice, refiriéndose al servicio diplomático de la Santa Sede, “subrayó la belleza y la utilizad para la vida de la Iglesia, como también las dificultades y desafíos que conlleva”. También aseguró el particular cuidado que, como sucesor de Pedro, “reserva y desea reservar a aquellos que forman parte” de este servicio. Al mismo tiempo evidenció cómo “en un servicio que implica afrontar también pruebas y sacrificios, es necesario fundarse en una oración constante y confiada”.
Por otro lado, el papa Francisco delineó tres elementos fundamentales que se esperan de aquellos que viven el ministerio en las representaciones pontificias. En primer lugar “una diplomacia inteligente hecha de arte y caridad, que construya puentes con las culturas, las sociedades y los Gobiernos, haciendo presente la Iglesia y dando voz al Evangelio”. En segundo lugar habló de una “dimensión pastoral del ministerio –caracterizada por el contacto vivo y concreto con el pueblo fiel de Dios– que, a través de un testimonio coherente y generoso de vida sacerdotal, sepa crear un clima de confianza”. Y finalmente destacó “la capacidad de ofrecer algo al Señor en la penitencia, una virtud que no pasa de moda, pero que ayuda a reforzar la relación con Él, centrando la propia vida sacerdotal en lo que es esencial”.
Hablando a los jóvenes sacerdotes, subrayó la necesidad de una reforma “personal y eclesial” que parta de la dimensión espiritual para que impregne cada aspecto de la vida. Y esto es particularmente importante para los pastores que “están expuestos al riesgo de la comodidad, de la mundanidad y la tibieza”. Al mismo tiempo, les invitó a seguir muchos ejemplos de dedicación, servicio y santidad de vida que hay en la Iglesia, en el clero y en la Curia romana.
Durante el encuentro, el Santo Padre habló también de otros temas de actualidad, tales como «el compromiso ecuménico, el fundamentalismo religioso, la relación entre misericordia y justicia, la situación europea y la reconciliación como misión de la Iglesia».
La visita a la academia –asegura el Osservatore Romano — fue una ocasión para animar con afecto a los alumnos en su camino de formación y reafirmar la importancia de las nunciaturas apostólicas para el ministerio petrino y el servicio a las Iglesias locales.
Para dar por finalizada la visita, el papa Francisco cenó con toda la comunidad en la Academia antes de volver al Vaticano.
Pontificia Academia Eclesiástica - Osservatore Romano
El Santo Padre visita por sorpresa la Pontificia Academia Eclesiástica
En un encuentro informal y cercano con los alumnos, el Santo Padre subrayó la belleza y la utilizad del servicio diplomático de la Santa Sede para la vida de la Iglesia