(ZENIT – Roma).- La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se realiza en Cracovia, del 26 al 31 de julio iniciará de manera oficial con la eucaristía presidida por el arzobispo de Cracovia, cardenal Stanisław Dziwisz que, durante muchos años fue secretario personal de san Juan Pablo II.
Desde el miércoles participará el santo padre Francisco que realiza así su 15° viaje y visitará al 23° país. Ver programa completo.
«En total se han inscrito 335.437 personas, pero la experiencia demuestra que los números son muy superiores», aseguró este miércoles, Mons. Pawel Rytel-Andrianik, portavoz de la Conferencia Episcopal Polaca, durante la presentación oficial del programa.
“En el Campus de la Misericordia se espera la participación de 1,5 millones de jóvenes, que podrían llegar a ser 1,8 millones” dijo, mientras que “en el Santuario de Czestochowa, los jóvenes podrían oscilar entre 300 mil y medio millón, principalmente polacos que festejan los 1050 años del bautismo de su país”. Aseguró además que la mayoría de jóvenes son de Polonia, Italia, Francia, España, Estados Unidos, Alemania, Brasil, Ucrania y Portugal.
Desde España llegarán más de 30.500 jóvenes y 51 obispos del país, según los datos oficiales de la Conferencia Episcopal Española. Y de América Latina con excepción de Brasil, los demás países envían delegaciones menos numerosas, pero llenas de entusiasmo.
De hecho de Brasil, donde en Río de Janeiro se vivió hace tres años atrás la última Jornada Mundial de la Juventud, llegarán unos 15 mil jóvenes. Una cantidad que ha llevado a abrir un consulado itinerante en Cracovia durante el evento, de acuerdo a cuanto informó en Roma el embajador brasileño ante la Santa Sede, Denis Fontes de Souza Pinto.
De los jóvenes argentinos que participarán, el papa Francisco recibió a un grupo el martes 19 de julio en el Vaticano. El pontífice y los jóvenes compartieron una tarde de oración, mates y charla, informó la agencia AICA.
Siempre desde Argentina, la comunidad artístico-cultural Banuev (Buenos Aires por una Nueva Evangelización) presentará durante la JMJ el musical “Kolbe: solo el amor crea”, una historia escrita hace 15 años, que transcurre en el campo de concentración de Auschwitz. Será interpretada por 40 actores, cantantes y bailarines y se presentará del 26 al 28 de julio, como parte de los actos culturales del encuentro. Ellos interpretarán también el ‘tango de la misericordia’ durante el acto central de bienvenida al papa Francisco, en Parque Blonia.
“Los 34 peregrinos bolivianos recibieron el cariño y la acogida de las familias polacas de la parroquia San José en Krupski Mlyn” indica la web Infodecom, precisando que el obispo Auxiliar de Santa Cruz, monseñor Estanislao Dowlaszewicz, junto al P. Szymon Zurek, coordinador de la delegación recibieron a los peregrinos en el aeropuerto de Katowice. La llegada fue este martes 19 de julio, señaló Iglesia Viva.
La delegación de Colombia por su parte con unos 70 jóvenes ya inicia a contar la experiencia desde la página de Facebook, mientras que de Chile llega la noticia que delegación de 46 jóvenes partió con mucho entusiasmo, y se registraron misas de envío, como la celebrada por el obispo de Talca.
De Paraguay va también una delegación, mientras que desde Perú, además de los jóvenes peregrinos, tocará la banda musical “Tabor” integrada por 8 jóvenes, que luego de competir con otras 400 agrupaciones católicas de todo el mundo, fue elegida para participar de la Jornada Mundial de la Juventud.
De Uruguay van a Cracovia unos 350 jóvenes. De estos, 115 son del Camino Neocatecumenal, además de los chicos de las parroquias de Montevideo, y los que integran Movimientos y Congregaciones. Entre ellos Jesuitas, Salesianos ( que son unos 25 salesianos y que ya partieron en dos grupos), Palotinos, Shalom, Opus Dei, Sociedad San Juan y la Fraternidad Nazarena. Les acompaña el cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo, informó a ZENIT la Oficina de Prensa de la arquidiócesis.
En el video que el Santo Padre envió a los jóvenes que parten hacia la JMJ les dice: «Deseo mucho encontrarme con ustedes para ofrecer al mundo un nuevo signo de armonía, un mosaico de rostros diferentes, de tantas razas, lenguas, pueblos y culturas, pero todos unidos en el nombre de Jesús, que es el Rostro de la Misericordia».
