Es uno de los puntos principales del programa decidido recientemente por el Consejo Nacional de las Iglesias coreanas, que agrupa ocho denominaciones cristianas, entre ellas, la Iglesia Católica.
Dicho Consejo tiene la misión de intensificar la colaboración de las Iglesias en diversos sectores de compromiso y facilitar el diálogo ecuménico en el país.
«Durante años los representantes de las confesiones cristianas se han encontrado para promover iniciativas comunes en el campo de la justicia, la paz, la cultura, la teología y los derechos humanos», explicó a la Agencia Fides monseñor Boniface Choi Ki-san, obispo católico de Inchon y Presidente de la Comisión episcopal para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y el Diálogo Interreligioso.
«Ahora se ha producido la oficialización de estas relaciones en el Consejo Nacional de las Iglesias coreanas», constató el prelado.
Entre las iniciativas del programa se contemplan encuentros de oración en común, seminarios teológicos y el desarrollo de una mayor cooperación en programas de naturaleza social y asistencial.
«Uno de los puntos constantes de trabajo de las Iglesias cristianas en los próximos años –añadió monseñor Choi– será el de trabajar por la unidad de Corea, por la reconciliación entre el Norte y el Sur. En el pasado los líderes religiosos se trasladaron hacia el Norte y tuvieron una buena acogida. Se trata ahora de continuar por este camino».
Asimismo, el reverendo Lee Hong Yeol, presidente de la Iglesia luterana en Corea, afirmó que «el Consejo intenta desempeñar un papel positivo en el diálogo entre las diferentes denominaciones cristianas, así como aliviar las tensiones interreligiosas».
Las autoridades civiles coreanas han dado la bienvenida a este empeño de las Iglesias cristianas, manifestando su deseo de que esta labor beneficie a todo el país.
