SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, 31 enero 2003 (ZENIT.org).- Los episodios de violencia que en la última semana se han registrado en Chiapas no son una guerra religiosa ni están originados por motivos religiosos, aclara la diócesis de San Cristóbal de las Casas.
La aclaración ha sido hecha por un comunicado de prensa firmado por el obispo, monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, así como por los tres vicarios de la diócesis y la canciller.
El domingo pasado fueron asesinados dos personas católicas en Tres Cruces, supuestamente por miembros de una comunidad evangélica, y el martes, cuando las autoridades intentaron detener a los supuestos responsables, se desató en Tres Cruces un tiroteo en el que murieron uno de los agresores y cuatro policías.
Dado que están implicados evangélicos y católicos, medios de comunicación internacionales reportaron el hecho como una cuestión religiosa.
El comunicado de la diócesis subraya: «Es necesario aclarar que tales acontecimientos, no se deben principalmente a motivos religiosos, sino a otros intereses».
«Nuestra fe en Jesucristo nos lleva a rechazar toda violencia ejercida en agravio de cualquier persona, porque es imagen de Dios», añade.
«Reconocemos –afirman los máximos representantes de la diócesis–, como ya lo hemos denunciado en diferentes ocasiones, que por largos años las comunidades de este Municipio han vivido no sólo en la marginación sino, lo que es más lamentable, en un estado de indefensión de sus derechos humanos».
«Esto ha propiciado una espiral de violencia que viene afectando la vida de las comunidades y que puede volverse incontrolable, lo que exige con apremio de todas las instancias una respuesta oportuna y adecuada», sigue diciendo.
El procurador de justicia (fiscal) de Chiapas, Mariano Herrán, también ha descartado el móvil religioso como motivo de los enfrentamientos y atribuye los enfrentamientos a una «disputa del poder económico y político».
Según fuentes judiciales, la chispa se encendió en esta ocasión tras el anuncio del cierre de cinco pozos tradicionales para construir un depósito de agua para abastecer a otras comunidades. Indígenas tzotziles consideraron el anuncio como una agresión.
Chamula se encuentra a siete horas del cuartel general del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), alzado desde 1994 contra el Gobierno de México.
La diócesis de San Cristóbal de las Casas en Chiapas ha lanzado asimismo una campaña de oración que culminará el 2 de febrero en cada una de las comunidades por la reconciliación, tras los últimos hechos de violencia, que, según el Consejo diocesano de pastoral, amenazan con una masacre como la ocurrida en Acteal hace cinco años, donde murieron 45 indígenas mientras se encontraban en oración.