(ZENIT Noticias / Roma, 13.09.2024).- A medida que se acerca la crucial elección presidencial en Estados Unidos, las afiliaciones religiosas juegan un papel fundamental en la inclinación de los votantes. Dos grandes bloques religiosos emergen con claros apoyos hacia los principales contendientes: Donald Trump y Kamala Harris. Según una reciente encuesta del Pew Research Center, publicada el 9 de septiembre, las preferencias religiosas, lejos de ser un mero indicador social, se han convertido en un reflejo directo de la división política en el país.
Trump y el fuerte apoyo de los evangélicos
El expresidente Donald Trump continúa siendo el favorito entre los votantes religiosos conservadores. Un abrumador 82% de los protestantes evangélicos blancos ha manifestado su intención de apoyarlo si las elecciones se celebraran hoy. Este grupo, históricamente alineado con el Partido Republicano, refuerza una vez más su respaldo a Trump, quien ha basado gran parte de su campaña en temas que resuenan con sus valores, como el control de la inmigración y la nominación de jueces a la Corte Suprema.
Los católicos blancos también se han mantenido fieles a Trump, con un 61% inclinándose por él, mientras que un 58% de los protestantes blancos no evangélicos sigue la misma tendencia. Sin embargo, dentro de estos grupos, existe una diferencia notable según la frecuencia de asistencia a la iglesia: aquellos que participan activamente en servicios religiosos muestran un mayor apoyo hacia Trump en comparación con quienes no lo hacen regularmente.
Kamala Harris y el respaldo de las minorías religiosas
Por otro lado, Kamala Harris, quien ha asumido el liderazgo demócrata tras la retirada de Joe Biden, goza de un sólido apoyo entre varios grupos religiosos que tradicionalmente favorecen a los demócratas. Harris ha logrado captar a votantes cruciales como los protestantes negros (86%), los ateos (85%) y los agnósticos (78%), consolidando una base diversa y progresista.
De particular interés es el aumento del apoyo de Harris entre los católicos hispanos, un grupo que, si bien estuvo dividido durante la administración de Biden, ahora ofrece un 65% de respaldo a la candidata demócrata. Este crecimiento refleja un cambio importante en la dinámica electoral, especialmente en un momento en que el voto hispano se vuelve cada vez más decisivo en los resultados nacionales.
Temas clave para los votantes religiosos
La religión no solo influye en el candidato preferido, sino también en las prioridades que los votantes consideran clave en la campaña. La encuesta de Pew revela que, sin importar la afiliación religiosa, temas como la economía y la atención sanitaria ocupan un lugar destacado en la mente de los votantes. Sin embargo, el enfoque varía considerablemente entre los diferentes grupos.
Entre los evangélicos blancos, la inmigración se presenta como un tema crucial, con un 79% considerando que será un factor determinante en su decisión de voto. Esta postura contrasta con los votantes ateos y agnósticos, para quienes el aborto es un tema fundamental. Un 77% de los ateos y un 62% de los agnósticos ven en la política sobre el aborto un elemento decisivo para su voto, lo que refuerza la brecha ideológica entre los votantes religiosos y los no religiosos.
Perspectiva de la carrera electoral
Mientras las elecciones de otoño se acercan, la dinámica entre religión y política sigue siendo un reflejo de la polarización que define a la sociedad estadounidense. Los republicanos, con Trump a la cabeza, han logrado consolidar el respaldo de los votantes religiosos conservadores, mientras que Harris ha fortalecido su apoyo entre los grupos más diversos y progresistas.
La campaña presidencial de 2024 parece destinada a ser una vez más una contienda donde la religión, lejos de ser un asunto puramente espiritual, juega un papel decisivo en el futuro político de Estados Unidos.
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