(ZENIT – 29 junio 2019).- Hoy se cumplen 60 años de la fundación del Instituto Id Cristo Redentor. Su fundador, Fernando Rielo. El Obispo don Domingo Pérez Cáceres confirmó el 29 de junio de 1959 el deseo de fundar una nueva institución religiosa. Ese día recibió un breve documento, que sería la primera constitución de la nueva Fundación, por parte de Fernando Rielo y un grupo de doce hombres, todos casados, que eran los primeros miembros de lo que hasta ese momento era solo un movimiento. Pero el Prelado falleció en agosto de 1961 sin poder darle curso, y con su muerte comenzaron momentos difíciles para la Institución. El padre Jesús Fernández Hernández, presidente del Instituto Id de Cristo Redentor, misioneras y misioneros identes, relata a Zenit cómo fueron los orígenes.
Canarias, punto de partida
En el otoño de 1944, Fernando Rielo entró en Madrid en un templo regido por los PP. Redentoristas. Y creyendo ver en ello el signo de Dios para su vida, finalizado el Servicio Militar ingresó en esta Congregación, primero en Valladolid para el noviciado y más tarde en Astorga
Allí, mientras se preparaba para ser ordenado sacerdote, en 1951 fundó el movimiento Christus con la única finalidad de impulsar la vivencia íntima de la vocación, acrecentando la fidelidad al carisma de la Congregación.
Un día del otoño de 1950 sintió la locución de Cristo anunciándole que no sería ordenado sacerdote. Cristo le llamaba por otro sendero, que todavía desconocía. Y el 24 de diciembre de 1951, en la capilla del convento, al preguntarle a Cristo por su voluntad tuvo la visión del escudo que formaría parte del Instituto que había de fundar y se le entregó su lema: «Cree y espera». El 20 de julio de 1954 dejó la Congregación. Durante 1955 y 1956, al tiempo que se ocupaba de atender a su padre enfermo, prosiguió consulta con varios miembros de diversas Congregaciones religiosas encaminadas a la Fundación.
Rielo no quería de ninguna manera fundar y había iniciado estas consultas hallándose aún con los PP. Redentoristas. El juicio de los doce piadosos religiosos elegidos para ello fue unánime: debía fundar. De modo que, a finales de 1956, solicitó destino a Canarias, y el 6 de enero de 1957 llegó a Santa Cruz de Tenerife.
“Fue una revolución porque Canarias era una tierra bellísima, pero de destierro. Unamuno fue desterrado a Lanzarote, muchos generales fueron desterrados, pero era una tierra tranquila. Los sacerdotes, para convivir con la gente del pueblo, íban al bar y jugaban a las cartas, al dominó… Llegó el fundador, que decían muchas personas que era una especie de san Pablo, hablando de la santidad con tal fuerza que revolucionó todo aquello. El Obispo le había autorizado a hablar en los templos, aunque no en las homilías sino antes o después. Pero, ¿qué ocurre? Como todas las cosas, los sacerdotes no estaban de acuerdo con que un seglar hablara así, relata Jesús Fernández.
Fundación
“Desde niño tenía una conciencia de que era hijo del Padre. No por conocimientos teológicos sino por una experiencia íntima suya, al punto que él dice que siempre tuvo la impresión de cómo si el Padre le hubiera besado en el momento de nacer”, relata el padre Jesús Fernández.
Dos vertientes capitales para los misioneros, la vida apostólica y el estudio, ocuparían su quehacer. Al mismo tiempo iniciaba una intensísima correspondencia epistolar con S.S. Pablo VI, a quien dirigió numerosas cartas durante todo su pontificado, y en las que le hizo entrega de su doctrina, dándole a conocer el modelo filosófico que había concebido con objeto de dar respuesta a los interrogantes que el ser humano viene planteándose desde hace siglos.
Se manifestaría acorde con la Iglesia en todos los ámbitos tratados en el Concilio Vaticano II, entre otros, el celibato sacerdotal, el derecho a la vida, cuestiones de liturgia y de derecho canónico.
Paralelamente, el Instituto se extendía por España y por el mundo, y durante dos décadas, la de los setenta y ochenta, el Fundador no cesaba de visitar a sus hijos sembrando con signos diversos de indudable riqueza todas sus etapas.
Primeras comunidades
Al principio se trató más bien de un movimiento. Las primeras comunidades surgieron en Tenerife a medida que Fernando Rielo iba impartiendo conferencias a adultos y jóvenes. Lo primero que hizo fue formar equipos misionales, que eran comunidades, que hablaban por los pueblos de la isla, de dos en dos, de tres en tres. Esas comunidades eran homogéneas, es decir, de hombres o de mujeres, cuando inició la rama femenina; de casados por un lado, los solteros por otro, jóvenes, adolescentes…
Examen ascético místico
El signo de la nueva fundación era vivir la santidad en común por medio del examen ascético místico. ¿Qué es el examen? Una dirección espiritual consistente en un examen sobre el amor, cómo Dios nos ama a nosotros, y como tú amas a Dios.
El cómo tú amas a Dios, que es la parte ascética, incluye la oración, el ver nuestros defectos, tendencias, apegos y cómo en el Evangelio vamos resolviendo todos los conflictos que se nos presentan en la vida diaria, en la vida familiar, en la vida profesional… a la luz del Evangelio. Y es todo un esquema cuya fuente está en el Evangelio.
La parte ascética es “cómo yo amo”, partiendo de la oración entendida como algo continuo, como dice Cristo: orar continuamente. La oración es amor. En aquella época nadie hablaba de esto. A Fernando Rielo le entendían mejor los padres y madres de familia que los teólogos, porque si a una madre le preguntas si ama a su hija un rato por la mañana y otro por la tarde te toma por loco. Una madre ama a sus hijos las 24 horas, incluso cuando duerme. Esto se refiere a lo que dice Cristo: orar continuamente, amar continuamente.
Carisma idente
El carisma idente consiste en el seguimiento e identificación con Cristo, viviendo y testificando, bajo la acción del Espíritu Santo, una conciencia filial que tiene al Padre Celeste como modelo de santidad. Así viene expresado en su mismo nombre, idente, que procede del mandato «Id y predicad el Evangelio» y significa caminar uniéndose con la divina conciencia filial de Cristo. Idente es un neologismo construido con el imperativo ‘id’ del verbo ir y la desinencia ‘ente’, del participio latino –ens, -entis.
El Instituto Id de Cristo Redentor, misioneras y misioneros identes es un instituto de vida consagrada de derecho pontificio, fundado por Fernando Rielo Pardal el 29 de junio de 1959 en Tenerife (España).
Su carisma es “vivir la santidad por medio de un examen ascético y místico en común” y su misión apostólica consiste sobre todo en el encuentro con la juventud y el diálogo con los intelectuales para defensa de la verdad revelada. Se asienta en tres principios evangélicos: la vocación a la santidad, la promoción de la vida comunitaria, y la prioritaria dedicación a la misión evangelizadora: «id por todo el mundo y proclamad la buena nueva a toda la creación» (Mc 16,15). De ahí, el nombre de “identes”.
Rielo “amó mucho el sacerdocio”
Fernando Rielo siempre quiso ser sacerdote. “Él amó mucho el sacerdocio”, apunta el presidente del Instituto Idente, hasta tal punto que nos lo transmitió a nosotros y nos animó a ordenarnos. Él no pudo ser sacerdote, “primero por desarrollar el instituto, y cuando ya le plantearon la posibilidad de ordenarse, ya tuvo una serie de problemas de salud”.
Por un lado, le tuvieron que amputar una pierna y luego tuvo una caída fracturándose el brazo derecho. Más adelante sufriría veintitantas intervenciones y cuando llegó a Nueva York estaba prácticamente en una silla de ruedas. En el momento en que quiso venir a Roma no estaba ya en condiciones físicas para ordenarse.
En la rama masculina de los misioneros identes algunos son sacerdotes y otros no; lo son todos aquellos que lo desean y reúnen las condiciones.
Nuevas formas de vida consagrada
El Instituto Id de Cristo Redentor ha organizado recientemente el V Encuentro Internacional de nuevas formas de vida consagrada, celebrado en Roma.
El presidente del instituto explica cómo fue el proceso de la aprobación canónica: Este Instituto fue reconocido por Benedicto XVI como Instituto de Vida Consagrada de Derecho Pontificio precisamente un 29 de junio de 2009, aunque en realidad el decreto salió el 11 de julio. Antes era de Derecho Diocesano en Madrid.
El primer reconocimiento fue de derecho diocesano como Asociación Pública de Fieles en la Archidiócesis de Madrid por el cardenal Ángel Suquía, un 23 de enero de 1994. El segundo reconocimiento fue como Instituto de Vida Consagrada de Derecho Diocesano como nueva forma según el Canon 605, en el año 2004. Fue con el cardenal Rouco también en la archidiócesis de Madrid. Por último, está el reconocimiento de Derecho Pontificio mencionado. Dependemos de la Congregación para la Vida Consagrada.
Los sacerdotes se incardinan en la Institución. Cuando éramos Asociación Pública de Fieles teníamos que ser incardinados en las diócesis donde estábamos, pero una vez reconocidos como Instituto de Vida Consagrada nuestros sacerdotes empezaron ya a incardinarse en la Institución.
Rama masculina y rama femenina
¿Cómo es la estructura? Hay dos ramas: una masculina y otra femenina. La rama masculina tiene un superior general y un consejo. La rama femenina tiene una superiora general y su consejo. ¿Dónde reside la rama femenina? En Madrid, en la calle Hermosilla, número 5. ¿Dónde reside la sede general de los misioneros? En Madrid, Covarrubias, 19.
Aquí, en Roma, está la Presidencia. El presidente está acompañado por un consejo formado por 12 miembros. Prácticamente, la mitad son misioneros y la mitad son misioneras. Eso es una novedad, porque no existía una presidencia mixta, de misioneros y misioneras. La idea del fundador es que el presidente tiene que ser siempre un sacerdote y, por lo tanto, un hombre.
Después, hay otros misioneros que llamamos externos, que viven la misma espiritualidad y hacen promesas. De momento, en las nuevas formas se están discutiendo cómo las personas casadas pueden vivir la pobreza, la castidad, la obediencia… todo esto está siendo objeto de análisis. Son una rama pero no constituye orden tercera pues está agregada con la misma fuerza que las demás. Viven en sus casas y unos son casados y otros no.
Y luego hay otro grupo que se llama “Familia Idente”, que viven la espiritualidad idente pero no tienen votos ni promesas, pero viven el carisma. Son varios miles extendidos por los 23 países donde estamos.
Luego hay otra sección juvenil que se llama “Juventud Idente” que no son propiamente misioneros, pero muchos de ellos viven esta espiritualidad. Y dentro de esta rama juvenil, hay un parlamento: El Parlamento Universal de la Juventud, y proceden de todos estos países, de estos cuatro continentes.
¿Hacia dónde va la nueva sociedad?
Los jóvenes que forman el Parlamento reflexionan sobre el tema del perdón, sobre el tema del amor, son diferentes temas que van tratando. Aquí también participan personas que no son católicas.
El Parlamento Universal de la Juventud fue ideado en 1981 por Fernando Rielo Pardal, fundador también de la Juventud Idente. Es un foro permanente de diálogo y elaboración de propuestas en el que jóvenes de todo el mundo comparten sus reflexiones y preocupaciones sobre importantes temas de la convivencia humana. Su finalidad: ayudar a restaurar la humanidad a partir del compromiso personal.
La andadura mundial inició el año 2009 en Roma. Luego, en el 2010, en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York, fue presentada la “Magna Charta de Valores para una Nueva Civilización”. En el 2014 se entregó en la Universidad de Humboldt (Berlín) la “Magna Charta de Jóvenes en la Escuela de la Esperanza”, y en 2017, trabajaron en torno al perdón en Pekín.
Sentido de la belleza
“Nuestro carisma es vivir la santidad, esta plenitud del amor y comunidad a través de este examen, esta dirección espiritual que no es individual sino comunitaria. En la constitución está recogido que nos dedicamos a la juventud, abarcando también niños, adolescentes y jóvenes.”
Asimismo, los misioneros están muy presentes en el mundo cultural, intelectual, de los profesores universitarios, y en contacto con la gente del teatro, de la música, la pintura, todo ese mundo del arte, porque “la belleza nos conduce a Dios”, aclara el presidente.
Fernando Rielo creó también, en 1981, el Premio Mundial de Poesía Mística que lleva su nombre y que, según el presidente, supuso una “revolución”, pues antes se hablaba de “poesía religiosa”, pero no de “poesía mística”. Ya van por la 39ª edición del premio, y se presentan cada año casi más de 300 autores de diferentes países, no solo del ámbito católico sino de las otras confesiones cristianas e incluso no cristianas.
