CHIMBOTE, jueves, 30 agosto 2007 (ZENIT.org).- El cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa (Honduras) propone a los jóvenes participar en la Eucaristía «para tener un encuentro cercano con Cristo».
Su invitación resonó en el Congreso Teológico del IX Congreso Eucarístico Nacional Peruano celebrado en la ciudad de Chimbote, concluido este 30 de agosto.
Ante una multitud de jóvenes ubicados dentro y fuera de la Catedral, el cardenal Rodríguez Maradiaga resaltó que la vida de Jesús fue un constante servicio a los demás, que lo llevó al extremo de dar la vida por todos nosotros.
«Desde que Jesús nació, lo hizo para servir a los demás. Una vida entregada a los demás, lleno de amor, servicio y misericordia. Es por ello, que las palabras de Jesús, pronunciadas en la Última Cena, no se hubieran comprendido sin la vida de servicio y entrega», afirmó.
En ese sentido, manifestó que en la Eucaristía los jóvenes deben hacer el esfuerzo de vivir en el amor, de tener una relación de amistad con Jesús, porque sino la Misa podría reducirse a un rito vacío que no afectaría en sus vidas y sus corazones.
«Lo primero que el joven debe pensar cuando se acerca a la Eucaristía es que viene a encontrarse con Cristo. Además la Misa no pretende ser un momento separado de nuestra realidad, porque parecería que Cristo vino a separarnos de nuestras responsabilidades», aseguró.
Finalmente, el Purpurado, dirigiéndose a jóvenes de diversos movimientos y colegios en Chimbote, subrayó que Jesús dejó un signo para recordar cuanto nos amó, y es «la Última Cena», donde Jesús eligió para decirnos «te amo y quiero estar siempre contigo».
«Por ese motivo en la Eucaristía recordamos la vida de Cristo, que fue un continuo servicio, y su muerte fue el testimonio más grande de ese servicio y amor por nosotros», finalizó.
