CARACAS, 12 enero 2003 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) publicó este viernes un documento en el que alerta que la agudización de la crisis está poniendo seriamente en peligro a la misa República.
El comunicado fue hecho público con motivo de la reunión de representantes del episcopado con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, y los miembros de la Mesa de Negociación y Acuerdos. El país vivía el cuadragésimo día de huelga.
En el encuentro participaron monseñor Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y presidente de la CEV, monseñor Ovidio Pérez Morales, arzobispo de Los Teques, y monseñor Ubaldo Santana, arzobispo de Maracaibo.
Monseñor Porras leyó el documento en el que se afirma que «el prolongado enfrentamiento político ha adquirido muy peligrosos niveles de crispación y violencia verbal, física y moral. Por lo mismo, mientras más se radicalice, como desgraciadamente se prevé, no dejaría vencedores ni vencidos, sino una gran derrotada: Venezuela».
En el documento, los obispos piden a los negociadores que «se consagren, con urgencia, a dar las respuestas que el país aguarda con angustia y esperanza».
Respecto a los objetivos que se trazó la Mesa de Negociación, el episcopado califica de «sabia» la decisión de encontrar una salida electoral, pues «la situación convierte en imperativo que sea el pueblo quien libremente decida su destino».
Asimismo, exigen «encarar» la violencia política, social y política que permanece impune, lo que, a juicio de los obispos, «ha llevado a la pérdida de confianza en la credibilidad de las instituciones judiciales y de los poderes públicos».
También se recuerda que propuesta, apoyada originalmente tanto por el Gobierno como por la oposición, de crear una Comisión de la Verdad que estableciese las responsabilidades y sanciones a los culpables de la violencia política.
La Conferencia Episcopal aprovechó para recordar las palabras que pronunció el papa Juan Pablo II el pasado 1 de enero, cuando señaló que «quienes ocupan puestos de responsabilidad y no acepten cuestionarse con valentía su modo de administrar el poder y de procurar el bienestar de sus pueblos, será difícil imaginar que se pueda progresar verdaderamente hacia la paz».
«Frente a una casa que se incendia no buscamos paliativos sino acuerdos efectivos y rápidos que den solución a este drama», señaló monseñor Pérez Morales, a la salida de la reunión.
El presidente Hugo Chávez advirtió este sábado ante miles de seguidores que no será derrotado en ningún frente de batalla porque le asiste la razón, la moral, la verdad «y, además, Dios está con nosotros. Porque ésta es la lucha de Dios, Cristo está con nosotros». Este tipo de citas religiosas impropias es común en su lenguaje, y en el pasado fue criticado por ello por los obispos.
El paro ha llevado a Venezuela a exportar menos de una quinta parte del crudo que tradicionalmente enviaba al extranjero –que antes de comenzar la acción eran 2,7 millones de barriles diarios (bpd)– y ha reducido a niveles mínimos la producción petrolera.
