(zenit – 3 abril 2020).- El arzobispo José H. Gomez, de Los Angeles, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) invita a los fieles a unirse a él en un momento de oración el Viernes Santo, 10 de abril, para rezar las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús.
La cita será a las 12 pm (hora de Washington DC) y se transmitirá en vivo a través de las páginas de la USCCB y de la Arquidiócesis de Los Angeles, informó la Conferencia Episcopal el 2 de abril de 2020, en una nota de prensa.
“Orando juntos como nación”, el arzobispo pide a los fieles que “busquen la curación para todos los que no están bien, la sabiduría para aquellos cuyo trabajo es detener la propagación del coronavirus y la fuerza para todos los hijos de Dios”
El episcopado estadounidense recuerda que el Viernes Santo es un día en que los cristianos de todo el mundo conmemoran solemnemente el día en que Jesús sufrió y murió en la cruz. Los católicos tradicionalmente cumplen este día con ayuno, penitencia y reflexión sobre el sacrificio amoroso de Jesús.
“Esta oportunidad de rezar juntos durante la pandemia del coronavirus ofrece un momento especial de unidad para los fieles”, anuncia la Conferencia Episcopal, “cuando las comunidades en Estados Unidos y en todo el mundo no pueden congregarse físicamente para la Semana Santa y Pascua debido al virus conocido como COVID-19”.
Adicionalmente, con permiso especial recibido de la Penitenciaria Apostólica de la Santa Sede, la indulgencia plenaria estará disponible para quienes se unan al Arzobispo Gomez en el rezo de las Letanías al Sagrado Corazón el Viernes Santo.
La transmisión de las Letanías al Sagrado Corazón con el Arzobispo Gomez estará disponible en la página web de la Arquidiócesis de Los Angeles www.lacatholics.org y en la página de Facebook en inglés de la USCCB: www.facebook.com/usccb.
Súplicas por toda la humanidad
La celebración de la Pasión del Señor en el Viernes Santo tiene este año una característica particular por la terrible pandemia que afecta al mundo. De esta manera, la Iglesia “eleva súplicas a Dios Padre omnipotente por toda la humanidad, particularmente por los que más sufren, mientras espera con fe el gozo de la resurrección de su Esposo”.
La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en nombre del Papa Francisco, “haciendo uso de una posibilidad ya concedida en el Misal Romano al obispo diocesano en una grave necesidad pública”, propone una intención para añadir en la Oración universal de la mencionada celebración, “a fin de que lleguen hasta Dios Padre las súplicas de quienes lo invocan en su tribulación, para que todos sientan en sus adversidades el gozo de su misericordia”.