Sor Neusa de Fátima, superiora general de las hermanas escalabrinianas saludó hoy al papa Francisco después de la audiencia y junto a la pintora Natasha Tsarkova, artista que realizó diversos retratos de papas y personalidades en el Vaticano, le entregaron un cuadro de la madre Assunta Marchetti, beatificada el mes pasado en Brasil.
“Es lindísimo, muy lindo, y con una expresión de gran alegría”, exclamó el Pontífice. Y cuando Natasha explicaba el cuadro y la barca que la beata tiene en sus manos, representando las migraciones, el Papa añadió: “Realmente este es el corazón de vuestras misiones y de la misión que realizó Madre Asunta”.
La religiosa al contarle estas cosas a ZENIT, indicó que en este cuadro de la Madre Asunta Marchetti, lleva una barca en sus manos, y así recuerda también a tantos inmigrantes que mueren tratando de cruzar el Mediterráneo al escapar de situaciones de guerra y miseria. La superiora general de las escalabrinianas añadió: “Además me he quedado conmovida por la mirada del Papa, entrando en comunión con nuestra misión en la Iglesia, en 27 países de cuatro continentes”.
“Al papa –prosiguió Sor Neusa– le entregué también la reliquia de Madre Asunta Marchetti, y la medalla conmemorativa de la beatificación. Su Santidad la tomó con mucho afecto, y con los ojos emocionados nos dijo: ‘Gracias por todo lo que ustedes son y hacen por lo emigrantes’. Es un reconocimiento muy grande de nuestra misión y lo sentimos especialmente en este tiempo que estamos cerca del corazón del Papa”.
La superiora recordó que Francisco “está muy cerca del sufrimiento de los migrantes, baste recordar su viaje a Lampedusa. También después de la audiencia cuando se dirigió a las hermanas escalabrinianas que allí estaban su expresión fue muy clara: ‘Gracias por lo que hacen por los inmigrantes’”.
Estuvieron también en la explanada de la plaza de San Pedro, un grupo de 27 argentinos que sufrieron el flagelo de la droga, coordinados por el organismo argentino SEDONAR, encabezado por el sacerdote Juan Carlos Molina. El Santo Padre se entretuvo largos minutos para conversar con todos ellos y alentarlos en su nueva vida.
Por su parte, el sacerdote Molina reveló, en comunicación telefónica a Radio América de su país, su conversación con el papa Francisco, durante la cual le dijo que se cuidara porque lo podían matar, ante lo que el Santo Padre quitó dramaticidad a la sugerencia precisando: “Es lo mejor que me puede pasar, y a vos también».
Entre los tantos particulares de la audiencia de hoy, el Santo Padre recibió una carta que una señora argentina residente en Italia, Laura Robles le entregó, escrita por María Cristina Piazzola, la sobrina del compositor de música Astor Piazzola, por quien el Papa tiene admiración.
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