(zenit – 15 marzo 2020).- Al final de la oración del Ángelus, transmitida en vivo por Vatican Media, este domingo 15 de marzo de 2020, el Papa Francisco fue a la ventana del despacho que da a la Plaza de San Pedro para bendecir la ciudad, su diócesis, en silencio durante diez segundos.
Las campanas de San Pedro sonaron a toda velocidad: ya no se podía escuchar el ruido de las fuentes que solo las palomas frecuentan en este momento.
Luego se inclinó, en un gesto que recordó su reverencia ante el pueblo de Dios en la noche de su elección, el 13 de marzo de 2013. Y el Papa regresó a Santa Marta.
Habitualmente frecuentada los domingos, por decenas de miles de personas la Plaza de San Pedro estaba desierta, a excepción de algunos transeúntes que pasan, detrás de las barreras de seguridad que indican la frontera entre Roma y el Vaticano.
El lugar estaba cerrado para evitar multitudes, y por lo tanto el riesgo de contagio del coronavirus, especialmente el pasaje de control de seguridad, así como las pantallas gigantes. Pero un policía italiano hace regularmente su ronda.
El Papa acababa de comentar sobre el Evangelio del día y de rezar el Ángelus en directo desde la biblioteca vecina, como el domingo pasado: el segundo Ángelus de este período de encierro.