La Santa Sede en la ONU: Pide más atención contra el trabajo infantil

El observador permanente Chullikat reivindica el rol educativo que la familia tiene en instrucción de los jóvenes

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El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo Francis Chullikatt, participó este miércoles en Nueva York, en la 4ª Sesión del Grupo de Trabajo de la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicada a los objetivos de desarrollo sostenible, indicó la Radio Vaticano.

El arzobispo recordó que 400 millones de trabajadores viven en extrema pobreza y 10 millones de niños son víctimas del trabajo infantil, lo que definió como una verdadera forma de esclavitud. Además indicó que existen 250 millones de niños que no saben leer ni escribir y “no sabemos cómo harán para mantenerse en un mundo en que aumentan la innovación tecnológica y la exigencia de conocimientos avanzados».

Consideró que las enormes injusticias son una vergüenza colectiva para gobiernos, líderes mundiales y comunidad internacional y que existe una clara violación de la Convención sobre los Derechos del Niño cuya responsabilidad recae en los gobiernos y en la sociedad.

El Observador Permanente de la Santa Sede en la ONU indicó que se debe comenzar a partir de la educación: «Sin instrucción los niños no podrán hacerse adultos dignamente integrados en la sociedad. Sin educación es imposible pensar que un adulto consiga adaptarse a los cambios del ambiente de trabajo».

El arzobispo aseveró que la familia desempeña un papel fundamental en la educación de los jóvenes y recordó que la Cumbre Mundial Río+20 subrayó la importancia de la solidaridad entre las generaciones a fin de ayudar los jóvenes a hacerse «ciudadanos saludables, productivos y responsables».

«Es de extrema importancia –concluyó el arzobispo Chullikat–que aquellos que hacen política respeten y promuevan este papel fundamental de la familia».

El observador vaticano habló también sobre el desempleo, «una injusticia social que compromete la libertad y sofoca la creatividad del ser humano. El trabajo es un derecho fundamental del ser humano» dijo. Y añadió que «el trabajo es la condición que hace posible la formación de una familia y ofrece un medio de mantenerla y sostenerla».

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ZENIT Staff

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